Capítulo 4

9.7K 361 59
                                    

Alba's  POV:

Iba calle abajo, muy a lo mío, acababa de salir de casa de una amiga mía, le había dejado el novio y estaba en periodo de superación con Netflix, helado y por supuesto conmigo, pobre Marta, le iba a costar superar una relación de cuatro años, pero ella podía con eso y mucho más, es así.

Salí bastante tarde de su casa, eran las cuatro y media.
Caminaba hasta llegar a mi casa, mientras pensaba en las cosas que tenía que hacer mañana, me calmé al pensar que era Sábado, iba a ser un día de mantita, Netflix y estudio a tope.

Las calles de Madrid pueden llegar a ser muy largas, y esta definitivamente lo estaba siendo, larga e interminable, no había ni un alma en la calle, sólo yo y mis pensamientos.

Cuando iba más o menos por la mitad de la calle escuché unos sollozos, me resultó muy raro así que aceleré el paso para ver que estaba pasando, a veces odiaba mucho tener las piernas tan cortas, tardaba el doble en llegar.

Escuché a un chico gritando a pleno pulmón y me asusté, quizás era algo muy chungo, pero no iba a irme, eso era obvio.
Bajé aún más rápido, si es que eso era posible.

Vi a un chico presionando a una chica contra la pared, sinceramente, ella no parecía que le gustara la idea de tenerlo tan cerca, no me extrañaba lo más mínimo, tenía mala pinta.

Me acerqué para separarlos o algo, pero de lejos vi que no era cualquier chica, era Natalia, así que salió de mi golpear al chico para hacer que cayera, ya que no era muy difícil, iba muy ciego, y está mal que lo diga, pero no lo habría hecho por cualquiera.

- Natalia, ¿estás bien? - dije mirándola mientras le cogía la cara entre mis manos.

Pero ella cayó en redondo, instantáneamente la cogí antes de la caída y dejé su cabeza posada sobre mis piernas cuando logré controlar un poco la situación.

Dos horas después...

Natalia empezó a abrir los ojos y a murmurar cosas, para ser sincera no entendía ni la mitad.

- E-eres Alba? - dijo incorporándose poco a poco de haber estado tumbada en mis piernas.

- La misma - dije sin quitarle la mirada de encima, cosa que tampoco hizo ella, pero con más dificultad, debido a que aún no estaba espabilada del todo.

- Y... ¿cómo has llegado hasta aquí? - pregunto extrañada.

- Pues venía de casa de una amiga, tengo que bajar esta cuesta para llegar a mi casa, escuché sollozos, y luego un grito, así que decidí actuar - dije mientras jugaba con mis dedos nerviosa.

- Gracias, en serio - esto último lo pronunció mientras una lágrima rodaba lentamente por su mejilla, sólo miré algo impotente como caía por esta, mientras seguía jugando con mis dedos por el nerviosismo.

Natalia se me quedó mirando, hasta que bajó la mirada a mis manos, se percató de mis nervios.
Lentamente llevó sus manos hasta las mías y las agarró entre las suyas, creo que para intentar calmarme, lo consiguió, o ponerme más nerviosa aún, la verdad no lo tengo muy claro, sólo se que lo hizo bien y en el momento perfecto.

Yo le sonreí, al igual que ella a mi.

Estábamos ahí, calladas, sólo eso, mirándonos.

Escuché unos pasos, una chica rubia se acercó a nosotras, me miró de arriba a abajo, me sonrío y abrazó a Natalia, era el momento de irme, me despedí meneando la mano y me alejé.

Natalia's POV:

No recordaba muy bien la noche anterior, pero si el miedo que pasé en la puerta de mi casa, también recuerdo perfectamente a la persona que me salvó el culo.
Alba

Pero me dolió mucho que se fuera justo cuando llegó a mi puerta María(con la cual estuve hablando un rato de lo ocurrido) , que por cierto no sé cómo sabía lo que había pasado, pero aquí estaba.

- María ¿cómo sabías que estaba aquí y que había pasado todo lo que ha pasado? - dije cortando totalmente de lo que estábamos hablando ya en casa.

- Era un presentimiento - respondió mientras cogía su móvil.  No me lo creía ni de coña, ella hace las cosas si las ve claras, no por presentimientos ni mierdas de esas, María es más simple que una peseta.

- Venga, ahora la verdad - insistí quitándole el teléfono de sus manos.

- Vale - me miró, me pidió con la mano el móvil y se lo denegué, hasta que no desembuchara yo no soltaba el móvil. - Alba me llamó - puse una expresión mostrando mi gran incomprensión - ay nena, estás en la luna de Valencia eh.

- Soy de Pamplona - respondí encogiéndome de hombros, a lo que ella respondió con un pequeño puñetazo en el hombro - bueno, prosigue.

- La rubita, me llamó desde tu móvil - dijo sin parar de mirarme para ver mis reacciones.

- ¿Desde mi móvil? - pregunté sin entender muy bien.

- Mi vida, tienes un Iphone y esos tienen huella dactilar, la chica te cogería el dedo y buscaría a la primera persona con la que habías hablado, ósea se, Yo - comentó casi orgullosa de ello. - se molestó mucho en que no te pasara nada, ¿pasa algo con ella? - me preguntó alzando las cejas.

- ¿A que te refieres con algo María? - A veces no entendía muy bien sus preguntas.

- Si hay rollo Natalia, que hay que explicártelo todo - después de decir esta frase se llevó la mano a la frente y negó levemente.

- No hay nada, realmente a penas la conozco - bajé algo la mirada.

- Pero te encantaría - afirmó María sin duda alguna de mi respuesta.

- Pues claro que me gustaría, pero no creo que se fijara en mi... - me pasé la mano por la nuca.

- ¿Tu eres tonta? Sinceramente no tiene pinta de ir dando ostias a violadores salidos - dijo mientras ponía los brazos en jarra - y a parte eres la ostia y estás buenísima, MI AMIGA ES UN PARTIDAZO!!!! - Añadió poniendo sus manos alrededor de su boca para que el grito se escuchara más.

Justo cuando paró se escuchó el tono de notificación del IPhone, María me miró y yo fui a por mi móvil.

Tenía un mensaje.

Hola, te apetece quedar?



FIN del capítulo!!! Espero que os esté gustando tanto leerla como a mi escribirla, de verdad.
Se que ha sido un capítulo un poco mierder, pero estoy intentando mejorar poco a poco 😓.

A parte, subiré capítulo más o menos de siete o así para arriba, depende de cómo tenga el día, hoy lo subo antes porque lo acabo de acabar y me apetece, gracias por todo 🖤

blurry Friday nights - albaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora