I. Un final inesperado en el comienzo

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"Esa mañana había sido normal, las disputas con mi madre acerca de que tan imperfecta era a lado de mis primas y el asunto sobre la carrera que quería estudiar...Después de azotar la puerta pude respirar"

[ Era un día soleado como cualquier otro de verano, el sol estaba en su punto más alto y yo deseaba que alguna nube nos cubriera unos segundos del sol ardiente. Caminaba rumbo a casa después de un largo día de escuela, estaba a unos meses de terminar la preparatoria y los días eran pesados debido a los finales que estaban aplicando. A mi lado caminaba Kaori Ueda; mi mejor amiga desde el preescolar, arrastraba los pies mientras me seguía, ¡el sol en verdad derretía! Al otro lado Isamu Saito; nuestro mejor amigo desde la primaria, quien positiva mente nos empujaba para que siguiéramos adelante pues decía que entre más renegáramos, más sentiríamos el calor -"Quien como el, tan positivo siempre ante cualquier situación" -

Girando la calle Jiro Yukimura; un compañero de la preparatoria y amigo, llego corriendo dando gritos - "Les he dicho que me esperaran" - dijo agitado parando junto a nosotros, se nos había olvidado que antes de la última clase Jiro se había acercado a decirnos que le esperáramos pues no quería ir solo a casa «¡Pobre chico! venia con la lengua de fuera y luego con ese sol» Después de que Kaori le diera un poco de su agua, seguimos caminando en una plática sobre la universidad, realmente no era mi tema favorito. Mis padres querían que siguiera la carrera familiar; Ciencias Sociales, en la universidad Weseda en Tokio, «Si quiera les importaba que tuviera que mudarme a Tokio, solo por estudiar lo que querían», pero no era algo de lo que me gustara hablar, gustaba más de escucharlos.]

Eso fue el último buen recuerdo que tengo de Japón. . .

Mi nombre es Aiko Kurosawa, nací en Japón en una ciudad llamada Yamanashi en el pequeño estado de Otsuki a una hora 42 minutos de la gran Tokio, mascota única (hija única), quedé huérfana a los 17 casi 18, desde esa edad viví con mi abuela materna quien pasaba horas durmiendo y en reuniones con sus amigas. Entre su pensión y lo que el abuelo le había dejado, alcanzaba muy bien para vivir ambas, incluyendo lo que mis padres habían ahorrado para mí.

Las hermanas de mi madre, solían ir a la casa de mi abuela los fines de semana; llevaban ropa y zapatos que a sus hijas ya no les quedaban «¡Quien les manda a ser obesas!» algunas prendas las cortaba y hacia a mi modo.

La abuela fue mi familia desde que mis padres se fueron, no fue perfecto, pero le estoy agradecida por lo mucho que pudo darme. Un año después, mientras regresaba de Tokio, tras ser mi primer año en aquella universidad... la abuela murió... mi mundo quedo en pausa, en la enorme casa de tres pisos persistía un silencio infernal, solo estaba yo sentada en el gran sofá con un vestido de terciopelo negro adornado con una cintilla blanca a la altura de la cintura y mi cabello recogido en una media coleta sujetada con un gran broche que era de mi difunta madre. Mis ojos estaban hinchados, mis manos temblorosas y frías como la nieve, sujetaban una carta que una amiga cercana de la abuela, dejo en mi regazo cuando salían uno tras otro del velatorio. Después de verla por un largo rato, la abrí dejando correr algunas lágrimas por mis pálidas mejillas.

Para mi pequeña Aiko

Querida Nieta, realmente Dios o Buda, decidieron darte una vida muy dura al dejarte desamparada a tan corta edad, trate de refugiarte en el gran cariño que siempre te tuve, pero yo sé que te hizo falta ese calor de tus padres, aun así, tengo la seguridad de que eres una persona fuerte y que podrás salir adelante, ahora eres libre ve a donde tus pies quieran, deja esa carrera que no te llevara a nada y vive feliz, desde el cielo te cuidare, estas destinada a muchas al éxito.

Con amor, la abuela.

La casa fue vendida y el dinero repartido entre mis tíos y yo. Tenía 20 años, era totalmente responsable de mí, con el corazón más roto que nada y los ojos hinchados, el cuerpo estremecido por tantos abrazos por parte de mis amigos y el demás mundo, eche todas mis cosas a unas maletas y compre un boleto rumbo a Brooklyn, nunca había ido fuera de Japón.

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⏰ Última actualización: Jun 04, 2023 ⏰

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