Tal como en mis fantasías

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Ya pasaron 5 meses después de mi compromiso, desde ese día Gakushū-san viene todos los días a mi casa con presentes y llevandome a lugares muy elegantes.

Detesto las cosas que llamen la atención, prefiero algo simple y lindo como Karma-kun hacia cuando saliamos a caminar.

Traía comida hecha por el y yo algo de fruta nos sentabamos a la orilla del río y comíamos hablando de cosas divertidas.

Gakushū-san era muy atento pero siempre se abstenia de hablarme o me corregia mis modales que no son de una señorita de sociedad, no puedo evitar ser así ya que nunca me eduque así.

Ahora cada vez que veo mi ventana extraño que Karma-kun trepe por el árbol para venir a hablar conmigo, o contarme del nuevo trabajo que conseguía cada semana.

Toque impaciente el brazalete que me había regalado.

La última vez que lo vi fue en la fiesta de mi compromiso, aún recuerdo esa mirada fría y llena de odio con la que nos miraba, me paré frente a mi ventana era de noche casi llegando a su apogeo, a esta hora nadie está despierto pero mi corazón no tenía tranquilidad.

Deseo verlo.

Se que no es correcto pero me duele que me odie.

Me puse un abrigo bajo mi pijama y salí corriendo de mi casa gritando que salía, mis pasos eran cada vez más rápidos ansiosos de ver al dueño de mis pensamientos.

Mi amado pelirrojo de fuego con una sonrisa pícara que siempre demostraba superioridad y seguridad en si mismo.

Llegue al bosque y me interné en lo más profundo al ser verano el clima no era un problema para mi, corriendo sin parar llegue a la cascada del bosque, aquí era donde había conocido a Karma-kun cuando apenas teníamos 5 años de edad.

Al ver todo esto no pude evitar recordar ese día.

Yo estaba paseando por el bosque hasta que sin querer me perdí y al llegar a la cascada del bosque el estaba sentado en plena cumbre, me acerqué y note que lloraba, los padres de Karma-kun habían fallecido ese día por unos ladrones y el no deseaba ver a ningún humano cerca de el.

Me gritó que me alejara pero no hice caso y me senté a su lado, pasaron unas horas de silencio en los que porfin logré entablar una conversación con el, ahí me enteré de su nombre y lo que le había pasado ese mismo día.

Poco a poco se fue abriendo más conmigo, hasta que tuve que regresar a mi casa y le prometí que vendría a verlo mañana.

Al día siguiente el me esperaba en el mismo lugar, parecía sorprendido de que hubiera vuelto, llevaba conmigo algunas cosas para comer que mi madre había preparado para nosotros, después de unos días logré convencerle de que viniera a vivir conmigo.

Mis padres lo aceptaron con gusto al saber por lo que había pasado, el tenía un cuarto a lado del mío pero siempre venía a dormir al mío porque aún tenía pesadillas de la muerte de sus padres.

Yo le presente a Karl y a Gakushū-san los únicos amigos que tenía, claro que al ser tan unido a mi a Gakushū-san no le agradaba Karma-kun, creo que el sentimiento era mutuo, seguimos viviendo juntos hasta los 18 años cuando Karma consideró que no era bueno seguir viviendo con nosotros porque sentía que era muy aprovechado de su parte.

Ahora ambos tenemos 24 años, Karma-kun había conseguido un cuarto en el templo de la sacerdotisa de la aldea a cambio de que el limpiara el lugar y ayudará en los rituales de purificación.

Aparte de eso conseguía trabajos en la aldea para pagar sus necesidades.

Nunca entendí...porque te fuiste de mi casa si tenías las comodidades necesarias - me cuestione mirando la cascada-

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