Encierro

Jugadas

Me desperté lentamente sintiendo los rayos del sol en mi rostro que entraban por una ventana, note que estaba en un futon en un cuarto, traía mi pijama puesta y no había nadie a mi alrededor.

Me levanté con cuidado observando el lugar pero fui detenido por una punzada en mi espalda baja, lo último que venía a mi mente era el calor de Karma después de habernos unido.

¿habrá sido un sueño?

Parecía tan real.

Nagisa buenos días -me gire y vi a Karma entrar con una sonrisa-

Karma -le di una dulce sonrisa- buenos días -entonces no había sido un sueño-

¿Te duele algo? La sacerdotisa Rio hizo una infusión de hierbas medicinales para curarte, lamentó si me pase mucho anoche es que estaba muy emocionado -negué sonriendo y el se sentó a mi lado-

Estoy bien, lo que me llena más de emoción es que porfin estamos juntos -Karma tomo mi mentón y me dio un beso lento-

Te traeré la medicina no te muevas -acaricio mi cabeza y salió del cuarto-

Lleno de emoción mire la ventana mientras tocaba el brazalete, mi corazón no paraba de latir lleno de mis emociones que sentía que podría explotar en cualquier momento.

Pero algo volvió a mis recuerdos, la silueta que vi anoche.

Alguien nos vio...

Si nos vieron deben de saber que soy hombre y que me acosté con Karma-kun.

Nagisa aquí está ¿Nagisa? Mi amor ¿estas bien? -Karma-kun tomo asiento a mi lado dejando la taza en el piso, temblaba de pensar quien podría haber sido-

Karma...anoche vi a alguien alejarse cuando hicimos el amor -el rostro de Karma frunció levemente el ceño-

Nagisa no te preocupes, a mi no me importa que sepan lo nuestro ¿A ti si? -negué y tome sus manos-

Yo lo que temo es que nos maten al saber que yo soy varón y nos amamos aún siendo del mismo género -Karma me abrazo y me dio la taza de té-

Yo te protege Nagisa, confía en mi -me beso y en ese momento entró la sacerdotisa Rio con una sonrisa-

B..buenos días sacerdotisa Rio que gusto verla, l..lamentó las molestias -ella negó sonriendo y se arrodilló a nuestro lado-

No te preocupes Nagisa-kun tu eres un gran amigo mío además estoy muy feliz por su unión - me sonroje un poco y baje la mirada-

Muchas gracias desearía que todos pensarán como usted -acaricio mi cabeza con una gran sonrisa-

Dime ¿cómo te sientes? Deberías tomar la medicina después te haré unos masajes con un uguento para que estés mejor -asenti sonriendo y me tomé la medicina, después me hizo el masaje y dormí un poco más en lo que Karma hacia los deberes del templo-