Nunca subestimar

545 67 116
                                    

Mis padres en un charco de sangre.

Y el hombre que crei dormido en su cama estaba frente a mi con una sonrisa.

Te lo advertí mi cielo -en su mano la cabellera de mi padre sujetando su cuerpo inerte, lo arrojó frente a mi, no reaccionó- no debiste desafiarme -con una sonrisa camino lentamente por la sala llegando a un cuerpo desfigurado, su rostro estaba indetectable usaba las ropas de un guardia real-

Era Karma.

Cai al piso mirando la escena grite ante mi agonía viendo como mi amado estaba muerto frente a mi.

Gakushū me tomo del pelo y me saco de la casa cuando escucho que la policía se acercaba, de un golpe me noqueo y con sus hombres me llevaron de vuelta a la mansión.

(Fin del Flash Back)

Cuando desperté ya estaba en este sótano y como castigo me fui obligado a soportar por días la tortura de Gakushū, violación, humillación, sadismo, tortura, todo para su completo deleite.

Itona era el único que podía venir, para su suerte no se enteró de su traición así que aún contaba con su compañía, no pude ir al velorio de mis padres ni tampoco de mi amado Karma.

No se si Karl había sobrevivido.

Todo había terminado.

Ahora estaba aquí encerrado en este sótano, tampoco podía como matarme ya que estaba completamente aislado, sólo una cama unos libros bajo llave sólo se me entregaba uno cuando estaba aburrido.

Sumido en mis dolorosos recuerdos Itona entró con las sirvientas listos para bañarme y curarme, está vez Gakushū ya no era suave en mis agresiones por día tenía unos 9 moratones o golpes.

Me quedaría encerrado hasta que fuera bien educado para ya nunca más escapar, tampoco tendría la posibilidad, ya no tenía nada ni a nadie esperándome afuera.

Con la mirada vacía notaba como el rostro de Itona se notaba triste por verme así, apesar de todo el no me odiaba, creo que sentía lastima por mi.

Buenas noches mi amor -voltee mi cabeza lentamente y Gakushū me miro con una tierna mirada-

Buenas noches mi señor -respondí como se me había educado-

¿Que hiciste hoy? -su rostro expresaban alegría y satisfacción por mi comportamiento-

Leí un libro y después contemple el paisaje -tomo asiento a mi lado con un paquete en sus manos-

Te traje un regalo mi amor por lo obediente que has sido estas semanas -puso el paquete en mis piernas y con cuidado lo abrió-

Era un kimono de boda.

Pero no era cualquiera.

Era el que uso mi madre el día de su boda.

Cuando revise la casa de tus padres lo tome para que pudieras usarlo el día de nuestra boda -tome delicadamente la tela y la puse contra mi pecho abrazandola-

Ya no tenía más lágrimas para derramar.

Mis sentimientos se habían muerto.

Gracias mi señor -Gakushū me atrajo a el abrazandome sonriendo-

Encierro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora