Encierro

Vacío del alma

Desde que tengo memoria cada 20 de abril tenía la sensación de que tenía que hacer algo importante, me paraba en tiendas de regalos, viendo peluches y dulces.

Mis hermanos me miraban confundidos y trataban de ayudarme a encontrar lo que buscaba pero no había éxito.

Yo soy el mayor después está mi hermano Luciel y por último mi hermano Ray, al ser trillizos ellos también sentían mi angustia, pero el día de mi cumpleaños numero seis recibí algo que pensé que había estado buscando.

Mi padre me regalo accidentalmente un osito color celeste con coletas celestes y una bufanda roja, mi madre lo regaño porque no era el que debía comprar, pero al verlo lo abrace tan fuerte como pude.

Algo en ese oso de peluche me hacía sentir mejor, al pasar los años lo tuve cerca de mi pero no me llenaba no era lo que deseaba, pero aún sabiendo eso lo dejé para que me ayudará con mi búsqueda.

Hoy en día sigue a lado de mi cama sosteniendo mi lámpara.

Terminé de vestirme y baje a la cocina, ahí Ray terminaba de cocinar sirviendo los platos, solté una sonrisa tomando asiento a lado de Luciel.

Los tres vivíamos sólos ya que mis padres estaban muy ocupados en sus negocios alrededor del mundo, ellos venían a nuestro cumpleaños o fechas especiales.

Luciel entiendo que te encante la informática pero no lo hagas en la mesa -Ray era muy estricto cumplimiento su trabajo de cuidarnos a pesar de ser el menor era muy maduro-

Queriendo siempre estar en nuestro nivel se esmero con sus estudios y abrió su propio hotel restaurante con sus propios recursos, siendo el mismo chef principal.

Incluso para ser distinto usaba lentillas de color verde, el estilo era muy radical pero nosotros lo aceptabamos como el quisiera ser.

Nos sirvió los platos y comenzamos a comer al instante, era delicioso lo que el preparaba, por eso se volvió muy conocido por las grandes además de positivas reseñas de críticos de gastronomía reconocidos.

Comiendo vi como Luciel no se detenía con la computadora, mi menor con sólo unos segundos Luciel era un genio más bien prodigio de la informática, lo que fuera lo aprendía en menos de tres días.

El trabaja en una agencia secreta, se "supone" que nadie de mi familia lo sabe pero como yo trabajo con el en algunas de sus misiones soy el único que sabe de su trabajo.

Yo por mi parte estudio para ser burócrata claro que como me encanta la acción decidí ser agente casual en la agencia donde trabaja Luciel.

Pero la diferencia entre mis hermanos y yo es que yo no soy un prodigio apesar de mis excelentes notas yo me esmero demasiado para llegar mis objetivos.

No soy muy sociable sólo tengo unos cuantos amigos, quizá no es para mi estar cerca de las personas, termine de comer y me levanté.

Estaba delicioso Ray valió mucho la pena despertar temprano -mi hermano me sonrió y asintió con una sonrisa-

Karma, Karl llamo dijo que vendrá a terminar el trabajo que deben hacer para economía estadística - me dijo Luciel mientras limpiaba mi plato-

Ya veo, no será difícil terminar antes ¿quieren que veamos peliculas hoy? -Luciel emocionado asintio y Ray me sonrió-