XVI

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Por mucho que Dean intentara convencerse de que todo esto era una horrible pesadilla, el arma presionada contra su espalda se sentía muy real.

- ¿Qué, sin abrazo? Estoy terriblemente herido, nena- Azazel se burló -Ahora, da la vuelta... lentamente. Realmente no me gustaría tener que dispararte- Dean gruñó y se giró, listo para enfrentar a Azazel. No se iría sin pelear, incluso si eso significaba que caería luchando, al menos, de esa forma, Azazel nunca podría lastimar a Castiel.

Dean miro a Azazel y vio esos ojos amarillos que tanto lo aterrorizaban, pero por mi primera vez no sintió miedo, sintió...determinación y fuerza. Se había sometido a este hombre a pesar de sus instintos y por un momento de su vida se había rendido. Pero no lo haría más, no cuando tenía por quien luchar.

-Sabes Azazel, no hace muy poco hubiera seguido tus ordenes, sin protestar. Pero... en ese tiempo no sabía lo que me estaba perdiendo... no, miento. Muy en el fondo lo sabía, pero decidí ignorarlo, no cometeré ese error. No, otra vez. Ahora que sé lo que puedo tener, no me conformare con menos, no me conformare contigo...-

Azazel gritó, su rostro se tornó completamente rojo. Se pasó una mano por el pelo y respiró hondo, obviamente tratando de calmarse. -No importa. Te rompí una vez y puedo volver a hacerlo. Una vez que llegues a casa te haré recordar a quién perteneces. Siempre consigo lo que quiero Dean, no lo olvides- Azazel apuntó el arma a su cabeza.

- ¡NO! - gritó Dean. No había forma de que se fuera a ninguna parte con Azazel -No me iré contigo Azazel, tengo personas que se preocupan por mí y yo tambien me preocupo por ellos... Y tengo a Castiel, es el amor de mi vida y no me alejare de él. Ni por ti, ni por nadie. Ya no te tengo miedo Azazel, y... si tengo que morir defendiéndome y defendiéndolos lo haré-

El arma golpeó a Dean en la cabeza -Bueno, si no lo haces, entonces mataré a todos en este momento y te llevaré conmigo de todos modos- Azazel siseó -Porque créeme, Dean, no me iré sin ti-

-Entonces supongo que no te irás- Esa fue toda la advertencia que recibió Azazel antes de que Castiel disparara su arma y el hombre cayera al suelo.

Castiel corrió hacia el lado de Dean justo cuando se deslizaba por el lado del mostrador. Todavía podía sentir la presión fantasma de la pistola en su costado. Si Castiel no hubiera vuelto a casa ... si se hubiera tardado... si...

-Está bien, Dean. Estás bien. Se ha ido y nunca te volverá a hacer daño- Castiel atrajo a Dean a sus brazos, meciéndolo ligeramente mientras Dean hundía su rostro en el cuello de su esposo.

-Eres increíble, Dean. Fuiste tan valiente, no sabes lo orgulloso que estoy de ti ¿Cómo tuve tanta suerte? - Dean soltó una risa incrédula, se había hecho esa misma pregunta todos los días.

-Estoy bastante seguro de que soy el afortunado en todo esto- dijo Dean suavemente, poniendo su mano sobre la de Castiel.

-Claramente, estas un poco desorientado porque eso es una locura- Castiel le sonrió antes de que su rostro se pusiera serio otra vez -No tienes idea de cuánto te amo, ¿verdad? -

Dean no sabía muy bien qué decir al respecto, así que se quedó en silencio mientras Castiel continuaba -No importa, porque voy a pasar el resto de mi vida asegurándome de que sepas lo especial que eres para mí-

***

Castiel hizo una mueca cuando la puerta del dormitorio se cerró detrás de Dean y suspiró profundamente antes de seguir a su amado esposo. Castiel abrió lentamente la puerta y se deslizó dentro. Dean paseaba de un lado a otro por la habitación, Castiel podía ver la ira y la vergüenza fluyendo a través de su esposo, ahogando todo lo demás.

No me olvides... | DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora