Hannah
Aiden llegó al salón, trae su misma playera asi que camino hacia el, voy a sorprenderlo, pero mi mente queda en blanco, que poco me duro la felicidad cuando lo veo ser de nuevo el chico que rompe mi corazón con cada acción, sigue siendo el típico mujeriego «solo me dijo lo que yo quería escuchar para obtener algo de mi», no puedo creerlo, cuantas veces mas caería en sus juegos,
Besa a esa chica tal y como me acaba de besar a mi hace quince minutos.
Me oculte en mi cabaña todo el día, evite hablar con Aiden, y puse mil excusas para no salir de mi habitación, pensaba en lo revuelto que seguía mi corazón, mis sentimientos por Aiden eran mas fuertes que antes, y no aprendía la lección.
Ethan entro en mi habitación, y dije
—sabes que nos pueden expulsar
—queda un día Hannah, no me importa, quería verte, cuéntame qué pasó
—las chicas no te lo contaron
—¿el que?, que tienes dolor de estomago, vamos Hannah, hacemos competencias de comidas cada sábado en la noche, crees que creeré en esa tontería de que algo te cayo mal
—no puedo engañarte gemelo dos, no a ti
Me acerco y se acosto a mi lado, me acomode en su pecho y digo —fui una tonta de nuevo
—¿quieres que lo dejemos aquí?
—no, aun siendo un idiota, no podría vivir sin el, sin los dos
—que debo hacer para hacerte sentir mejor— me pregunta Ethan mientras acaricia mi cabeza
—solo quédate conmigo si
—siempre Nana
Aiden
Salgo del baño, no encuentro mi ropa, la había dejado en el baño, pero no esta, veo y esta en la ropa sucia, no se quien la puso allí así que tomo otra camiseta y cuando salgo Ethan esta saliendo de la habitación, y pregunto, —¿viste a Hannah?
—Salió de la fiesta hace un rato, solo dijo que estaba cansada— contesta
Asiento sin creer mucho en eso y busco a Hannah, se niega a verme. «la deje sola media hora, ¿que fue lo qué pasó?»
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Los Gemelos y Yo **COMPLETA**
Teen FictionHola soy Hannah, y esta es la historia de como los gemelos me volvieron loca... bueno no literalmente pero casi, adoro a estos dos pero todo se vuelve incomodo cuando no puedes ni distinguirlos Dios, es un castigo o un regalo...