Parte sin título 54

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Hannah

Tres meses de embarazo...

—Hannah ¿donde estas?, se supone que me esperarías en la oficina

Esta era la quinta llamada de Aiden, me coloco el teléfono en el otro oído mientras muevo la carretilla

—Aiden estoy embarazada, no cuadraplejica, desde que se enteraron de mi embarazo, tu y tu hermano, no me dejan mover un dedo sin su presencia, estoy en el supermercado llegare pronto, adiós— cuelgo la llamada,

Necesitábamos respirar, bebé y yo estamos cansándonos de esto.

Mi teléfono suena de nuevo, es Ethan

—Hannah quédate allí, llegare pronto

—ni se te ocurra Ethan, viven conmigo, trabajan en mi oficina, déjennos respirar— cuelgo la llamada «un día de estos van a cansarme»

Termino las compras, me dirijo al estacionamiento, veo acercarse una camioneta negra, es obvio quien es, decido ignorarlo, subo las bolsas al auto, y ambos bajan de la camioneta, —sube al auto Nana yo te llevo

Sigo ignorándolos, y subo a mi auto, gemelo 1 entra a mi auto del lado del copiloto y dice

—entonces iré contigo.—

Respiro profundo y arranco.

Ethan abre la puerta de mi apartamento, ambos tienen llaves, cuando plantearon esta situación no lo pensé bien, «Hannah necesitas ayuda, piénsalo si te da un antojo tienes a dos posibles padres que te complacerán con lo que sea» «las citas al medico» «si estás próxima al parto estaremos contigo» «si te sientes cansada haremos las cosas por ti» solo les falto agregar, aquí e esta el látigo seremos tus malditos esclavos y hasta ahora lo único que hacen es hostigarme día y noche.

La semana pasada Aiden me despertó solo para preguntarme si estaba cómoda.

Ethan entro al baño de mujeres de un centro comercial solo para darme las pastillas prenatales que me tocaban, son tan intensos que estoy a punto de correrlos de mi casa.

—Hannah tenemos una sorpresa— dice Ethan mientras acomodábamos las cosas de la despensa, Aiden me cubrió los ojos, «que traman monstruos», —yo te llevare, no hagas trampa— dice Aiden muy cerca de mi, caminamos unos cuantos pasos, cuando nos detuvimos, Aiden me agrego

—¿tienes los ojos cerrados?

—si, los tengo cerrados, conteste— se aparto de mi y escuche sus voces, decir —Ábrelos—

Los abrí y parpadeé un par de veces para aclarar la vista, el cuarto donde Aiden se estaba quedando se había convertido en el cuarto del bebe, una hermosa cuna de madera adornaba la habitación, habían globos y juguetes, alfombras y hermosos cojines por toda la cuna, entre mi sorpresa realmente fue increíble, estaba atónita, Ethan dijo

—aun no esta terminada, falta saber si será niña o niño

—esto es, es hermoso Monstruos, nunca creí que harían algo así— trato de disimular un poco para limpiar una pequeñita lagrima de emoción y sentimiento, pero Aiden dice —puedes llorar bien, no importa cuando es de emoción

—cállate

Le digo y ambos gemelos comienzan a reír, yo veo la cuna y un hermoso adorno de lunas y estrellas que colgaba en la cabecera, y agrego

—vengan aquí

Abrazo a las dos personas que mas amo en este mundo y en silencio doy gracias a Dios de tenerlos, como alejarlos si bien un día hacen que explote y al siguiente hacen cosas cómo está, no se que hacer con ellos, lo único que se es que no podría vivir sin ellos.

Los Gemelos y Yo **COMPLETA**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora