Los Gemelos y Yo **COMPLETA**

Suficiente Castigo.

Hannah

Muriendo de frío de camino al Motel dije

—creo que nos vetaran de este pueblo

—¿del pueblo?, de cada feria en todo el continente,— dijo Aiden mientras reía

—no sabíamos que la fuente era sagrada para ellos— dije mientras seguía caminando con mi risa y mis manos cruzadas de frío

—el Sherif, lo dejo claro, «somos unos citadinos inconscientes»

—entiendo lo de patrimonio Nacional, pero mágica, no entiendo que tiene de mágica— conteste

—yo si— dijo Aiden viéndome a los ojos, yo no conteste quizá la respuesta que me de arruine la noche, poniéndome nerviosa así que lo deje pasar

llegamos a la habitación

Aiden trajo unas toallas y comenzamos a secarnos, pero aun no era suficiente, Aiden dijo —creo que tenemos que quitarnos la ropa y entrar a la cama

—claro que no

—vamos Hannah, te dará una pulmonía si sigues con esa ropa

—pues prefiero eso a estar desnuda contigo— dije mientras aun secaba mi cabello

—Hannah, estas bromeando, vamos que te vea desnuda no es algo que no haya visto antes

—Aiden, por tu comentario ahora dormirás no en el suelo si no en el baño

tome sabanas en las manos y continué

—bien, será mejor que vayas a tu habitación, necesito quitarme esto para que se seque y poder dormir— coloque las sabanas en los brazos de Aiden, y el replico

—es en serio— entre risas

Le di la vuelta y empuje hasta la puerta del baño, logro que entre y estando fuera digo —buenas noches Aiden

—Hannah—

Cierro la puerta y sigo escuchándolo adentro —Hannah esto es asqueroso

—no me interesa Aiden

Comienzo a quitarme la ropa, y escucho que Aiden se queja y se queja, coloque la ropa dispersa por los sillones y me acuesto en la cama, tengo los pies en la pared y decido no responder a las quejas de Aiden, hasta que dice

—Hannah, juro que me portare bien, esto ni siquiera tiene una bañera, esta húmedo aquí

—Aiden, cállate, ya estoy dormida bien

—Hannah, no es suficiente castigo elegirme en una carta y luego desaparecer

«¿carta?, que carta...» hay por Dios mi carta

—no se de que hablas— decidí no saber

—la carta para los gemelos, recuerdas

—basta Aiden

Escucho la puerta abrirse

Me volteo le doy la espalda, mi corazón se acelera

—Hannah, quieres por favor contarme lo qué pasó y porque solo me dejaste una carta

Me siento y comienzo a colocar almohadas entre medio de la cama, y digo —puedes dormir aquí, solo no se te ocurra cruzar de mi lado, vi su abdomen un rato, vamos es algo que no podía ignorar, me sorprendió haciéndolo y me gire, el se acosto, y agrego

—tendrás que decírmelo tarde o temprano

La luz del sol me dio en la cara, fruncí el ceño, de verdad estaba tan cansada que no recuerdo cuando me quede dormida pero allí caí en cuenta mi rostro sentía que no estaba en una almohada y rose piel con mi mano, así que abrí los ojos de inmediato, estaba en el pecho de Aiden, cerro los ojos con fuerza y apreté los labios, intente levantarme poco a poco comenzando con levantar mis dedos y luego mi mano, «que esta pasando»

Sentí que Aiden me tomo de la muñeca y la acomodo de nuevo en su pecho y dijo entre dormido y despierto —quédate así Hannah, solo un poco—

Su calidez se sentía demasiado bien, mi pierna lo tenia rodeado, y el estaba como una almohada mas derecho simplemente, su brazo que estaba posicionada en el contorno de mi espalda,

El momento era vergonzoso, mis mejillas comenzaron a sentir ese calor, y caí en cuenta que estábamos en ropa interior, agradezco al cielo aun tenerla puesta, quise levantarme pero Aiden se coloco encima de mi y me tomo con los brazos por arriba de la cabeza,

Acerco su cabeza a mi cuello, y luego me planto un beso y susurro —te mueves demasiado en la noche Hannah, no dormí nada por tu culpa

Se acerco mas y susurro —pagaras eso,— me planto un beso mas, pero esta vez sus besos se sentían mas apasionados, correspondí su beso, pero el se alejo y dijo —suficiente castigo por hoy

Se levanto de la cama, yo apenas y respiraba