Los Gemelos y Yo **COMPLETA**

Querido Aiden

Aiden

Los besos de Hannah son lo único que deseo, ella era lo único que me importaba, cuando entre creí que me golpearía tan fuerte que me mataría pero no me importaba ahora que la tengo para mi ya nada de eso me importaba

Esos besos en mi torso y levantarla en mis caderas mientras la hacía mía una y otra vez me hacían sentir que seriamos uno solo, quería todo con ella, sentía su suave piel entre mis manos, su pequeñez la hacía ver frágil y delicada pero sus movimientos la hacían parecer una diosa guerrera, me excitaba en cada movimiento, toque su rostro mientras ambos llegábamos al orgasmo entre gemidos y sudor

Acaricio su espalda con mis dedos y ella acomoda su cabeza en mi brazo y decido hablarle

—«querido Aiden

—¿que haces?— pregunta inocente y yo continúo

—no te culpo por lo qué pasó, de hecho pienso que también lo deseaba, te he amado y odiado tantas veces que quizá en mi interior sabía que no eras tu hermano ese día.

Me sentí mal, demasiado mal quizá por haber engañado a Ethan, quizá por haberme convencido a mi misma de que estar con Ethan era la mejor opción, pero lo que más me dolía era el hecho de saber hasta ahora tus sentimientos por mi,

Descubrí muy tarde que me amabas, pero ese día, por un momento solo por un momento imaginé que eras tu, no puedo elegir ahora esto no es un juego y amo a tu hermano igual que te amo a ti,

Te eligió a ti pero no podemos estar juntos.

Espero lo entiendas

Te amo

Hannah»—

Siento que mi brazo recibe sus lágrimas y la veo seriamente y digo

—También te amo Hannah

—como recuerdas cada palabra— pregunta con una leve sonrisa en su rostro

—imaginaba tu rostro cada mañana, leí tu carta cada día por un año, solo para sentir que los días no pasaban hasta encontrarte

—Aiden, nada ha cambiado, desde que nos encontramos en la oficina sabia que esto pasaría, te amo, y siempre voy a amarte

Le plante un beso en los labios a Hannah, preguntándome porque sus palabras parecían una despedida en vez de un comienzo

Desperté en la mañana, busqué a Hannah pero ya se había ido