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Decir que Peter estaba sufriendo era poco. Después de todo, no era precisamente satisfactorio tener sexo luego de lo que le ocurrió. Por que, para empezar, el no se lúbrico. Entonces la penetración fue forzada, logrando cierto desgarre.

Y ahora, resulta que estaba pasando por el mismo problema de lubricación. Aun que su primer cliente no le tomó importancia he ingresó de igual forma en el. Provocando una pulsada inmensa de dolor. Pero Peter lo aguantó y no lloró. Debían darle crédito por eso.

El en cambio se dejó embestir, pesé a lo que le dolía y cuando su cliente salió. Peter pudo ver un leve rastro de sangre.

Quizás aquí debió acabar, pero eso no haría feliz a Beck y lo que Peter no necesitaba era ser agredido en casa. Así que cuándo su segundo cliente le demandó que se diera la vuelta, Peter obedeció. Esta vez si se le escaparon algunas lágrimas y el dolor se intensificó por cien.

Este cliente era bruto. Quizás demasiado y la sangre comenzó a brotar mas, hasta tal punto, que su cliente no pudo seguir. Y Peter estaba sollozando.

— esto es un maldito asco — bramó el sujeto, tomando a Peter de los cabellos. Para demandarle a que lo limpiará. Acercando al omega a su entrepierna.

Peter intentó no sollozar, mientras se disponía a obedecer, sacando la lengua para limpiar su propia sangre. Pero al parecer su ritmo no era suficiente, por lo que se vio obligado a ingerir todo el miembro de golpe, siendo mantenido así, por el agarre brusco de su cabello.

El Omega apenas y podía respirar, intentando no tener arcadas, mientras las lágrimas se secaban, en su rostro y otras nuevas se asomaban y se tuvo que contener de no morder al maldito. Cuándo por fin fue liberado, el sujeto se había corrido. Dejando a Peter tosiendo, lo que creía eran sus pulmones. Aun perdiendo sangre de su recto.

El cliente abandono la habitación, bramando que no pagaría por esto. Menos le podía importar a Peter, quien luchaba aun por respirar y apenas pudo colocarse de pie, por lo que, prácticamente, gateo, hasta la puerta. Cerrándola con traba.

Aun quería vomitar y pasó cierto tiempo antes de que alguien tocará. Pero Peter no iba a abrir, el necesitaba un descanso de esto, aun estaba perdiendo sangre y el dolor no cesaba, haciéndolo llorar.

En algún momento, la perdida de sangre debió ser demasiado, por que Peter se dejó caer al piso, mirando la alfombra manchada, antes de desmayarse.

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La próxima vez que abrió los ojos, aun estaba aturdido, y fue gracias al ruido que provenía de afuera. Como murmullos distorsionados, opacados por fuertes golpes en la puerta, que, en realidad, eran patadas. Hasta que la cerradura cedió. Rompiéndose y la puerta se abrió de forma brusca.

Entonces Peter pudo ver a Quentin ingresar, algo exaltado. Pero Peter estaba aun demasiado perdido para sentir terror, además temblaba y sudaba, en el suelo.

Tras el, Peter creé divisar a algunas compañeras alarmadas y unos tres clientes que Peter no atendió. Esta dando un espectáculo y eso le avergüenza. Así como puede sentir la sangre seca entré sus piernas. Pero no importa a cuántas suposiciones Peter llegué. El aun no puede levantarse, sin importar cuanto lo intente.

Beck se quita el chaleco y lo cubre con el, evitándole cierta vergüenza. Entonces lo alza del suelo, haciendo a Peter gemir de dolor.

— Shhh — consuela de forma baja. — alguien limpié este desastre — ordena. Y los chicos obedecen enseguida. Incluso sus compañeros se llevan a los clientes insatisfechos a sus respectivos cuartos.

Peter se permite esconder en el pecho de Beck, mientras deja que este lo saca de allí. En el primer piso parece haber mas compañeros preocupados. Al parecer Peter durmió demasiado encerrado arriba y los omegas, preocupados, llamaron al jefe.

Tyler, un omega nuevo en el trabajo, se aproxima a abrir la puerta y también los sigue para abrir la puerta del auto. Algunas personas pasan por la calle y miran. Pero Quentin los ignora, subiendo a Peter he ingresando, para poner el vehículo en marcha.

Desde el rincón en el que Peter se esconde, puede ver claramente al alfa. Sabe que esta preocupado por el, como sabe que esta molestó también. Por que hoy Peter hizo del dia uno improductivo y sin trabajo no hay dinero. Beck odia los días improductivos.

A el alfa le gusta mas el dinero de lo que le puede gustar la compañía de Peter. Así que Peter no sabe que sentimiento se impone. La preocupación o la irá. Y sinceramente esta muy cansado para recibir una paliza como es debida.

Aun cuando llegan a casa, Quentin no dice nada, mientras lo ayuda a llegar al baño. Parece estar tranquilo, pero ciertamente hace las cosas con impaciencia. Y finalmente, deja a Peter, quién apenas puede mantenerse en pie, solo en la ducha.

El omega deja que el agua lo empape. Se siente un poco mejor bajó su tibieza, pero, aun así, sus músculos gritan del dolor experimentan. Bel vuelve entonces, preparando una jeringa, cuya aguja parece ser excesivamente grande.

— dame — ordena, tomando su brazo mojado.

—¿Que es?, ¿Un analgésico? — murmura Peter.

El alfa sonríe, como si le causará gracia, mientras perfora la piel del omega, el cual se queja débilmente.

— aliviará el dolor — responde, finalmente, una vez terminó su actividad. Entonces lo mirá a los ojos y Peter traga saliva, asustando.

—¿Estás molestó? — se atreve a preguntar.

—¿Tu qué crees?.

— lo siento.

— sentirlo no le da dinero a papi — murmura, con un tono falso de comprensión. Tomando el rostro de Peter entré sus manos, mojándose en el proceso, el omega se mordió el labio, manteniendo la cabeza gacha. — no quiero mas espectáculos.

Peter asintió avergonzado, mirando sus pies.

— si — susurro.

— bien — concedió el alfa, soltandolo — sal de ahí — demandó, saliendo del baño. Peter cerró la llave, salíendo tembloroso de la ducha, para seguir a Bel. Quien lo recibió con una bata. — a la cama — dijo, tomando de la mesa un tubo.

Peter obedeció enseguida. Ya lo había provocado lo suficiente, el echo de que aun Quentin no lo golpeara era un milagro. El castaño se tumbó en la cama, mirando el techo, mientras abría las piernas, para dejarse revisar.

Tener a Beck entré sus piernas siempre le resultaba vergonzoso, es decir, Peter podía tener sexo con muchos compañeros sexuales. Pero ninguno metía su cabeza entre su pierna, en realidad, eso era exclusivamente de Quentin, quien aveces disfrutaba de practicarle sexo oral.

Cuando sintió ardor, mezclado con el frío, Peter siseo, remóviendose un poco.

— duele — murmuró entre dientes, antes de taparse los ojos, para evitar llorar.

— estas desgarrado — se limitó a responder el rubio. Mientras le aplicaba el analgésico.

— eso no me consuela — protestó.

Entonces Beck le mordió levemente el muslo internó. — deja de quejarte. — ordenó, dejando el envase a un lado, antes de trepar hasta arriba. Dejando al omega bajo el. —¿Eres mi pequeño llorón?. — murmuró divertido, dándole un beso en la nariz.

Peter aun cubría su rostro y mordía su labio inferior, intentando no seguir llorando por el dolor.

El prostituto y el abogado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora