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Cuando Matt ingreso al lugar se sintió incómodo. Pero el ya estaba allí. Así que prosiguió a acercarse a la recepción, esperando no encontrarse con Beck y que este lo reconociera.

Aún que realmente no podría, pues llevaba lentes oscuros, un saco grande y un sombrero. Se sentía estúpido, pero nadie podía verle el rostro y Benjamín le había dicho que muchos primerizos vestían así. Intentando ocultar la vergüenza de si mismos.

Cuando la omega rubia le dió el número de habitación, el lo agradeció y caminó hasta el ascensor, que para su buena suerte se abrió.

Hizo una mueca cuando el padre de la parroquia salió de el, pero rápidamente decidió ignorarlo y seguir su camino.

En el piso tres algunas puertas estaban abiertas. mostrando las actividades de las  habitaciones. Matt ignoró eso también, concentrándose en el tapete, el cual era feo.

Si le preguntaban, ese lugar se veía sucio. Lo cual era mentirá, pues estaba tan limpió como un motel podía estarlo.

Llego a la habitación P y al ver que estaba entreabierta, el ingreso. La imagen que recibió lo sorprendió bastante.

Benjamín estaba de espaldas a el, desnudó, mirando por la ventana. Se lo veía flaco, pero atrayente, a pesar de la marca de reclamo. La curva de su espalda era tentador, sobretodo por que esta, cual tobogán, dirigía tu vista hasta su trasero.

Matt se sonrojo y tras mirar para un costado, el se aclaró la garganta. Enseguida Ben dió la vuelta, con una sonrisa que se esfumó rápido, al ver quién era. Su rostro se volvió rojo al instante.

— Matt — susurró, caminando hacia la cama para tomar una bata. Mientras se vestía, Matt ingreso al cuarto, cerrando la puerta — lo siento, creí que... No sabía.

— esta bien. No pasa nada — dijo sonrojado y algo tímido. Peter sonrió por ello.

Al menos sabia que movía algo en el y eso era bueno para su escasa autoestima.

— tengo lo que me pediste — dijo entonces, tomando bajo la cama unos papeles. Antes de dárselo en la mano.

Matt las tomó enseguida, mas  interesado en los papeles, que en la sonrisa que Peter le daba.

— estos son muchos nombres — murmuró Matt, absorbiendo la información.

Peter sonrío con timidez y vergüenza.

— somos populares — susurró en respuesta —¿Esto sirve como evidencia suficiente?.

Matt hizo una mueca, para mirarlo.

— faltan las facturas — dijo.

—¿Son importantes?.

— lo son. Realmente necesarias — le dijo Matt, doblando los papeles, para meterlos en su gabardina.

— intentaré conseguirlos entonces — prometió Peter. Matt le sonrió entonces y Peter sonrió cómplice.

— debería irme — dijo Matt entonces.

Peter frunció el ceño. — no puedes irte tan pronto. Pagaste por un tiempo promedio de dos horas, sería sospechoso — indicó.

Matt lo pensó, sabiendo que era cierto.

—¿Debo permanecer dos horas aquí?.

— al menos una — dijo Peter divertido.

Era la primera vez que Matt lo veía tan alegre y realmente, esta parte de Benjamín le gustaba.

— bueno, entonces. ¿Que se supone que haremos ahora? — pregunto sin intención.

Peter se sonrojo. El se puso nervioso. Entonces el silencio se prolongó.

El prostituto y el abogado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora