Lily.

476 27 4
                                    

—¡Hey, chico! Saliendo vamos a ir por algo de cenar, ¿nos acompañas?—dice Lily.

—Ah... claro, ¿por qué no? Muero de hambre.

Ella me sonríe dulcemente y yo hago lo mismo.
Todos en el set son geniales, muy amables, pero no logro incluirme al 100%, como si no fuera mi estilo, siento que no puedo bromear muy bien con ellos o no entenderían mi humor, excepto Lily. Pero estaré aquí un tiempo por lo que hacer más amigos no me caería nada mal.

—¡Muy bien, el descanso terminó, continuemos!—grita el director.

Me acerco a la mesa en la que nos sentamos a leer el guion, tomo una silla cercana a la orilla. Sorprendentemente Lily se aleja de su grupo de amigos para sentarse a mi lado... muy cerca. Sonrió nervioso y ella me sonríe igual de dulce que la vez pasada.

Intento concentrarme en el guion, la verdad es que no lo he estudiado por mi cuenta, solo en las pocas y cortas sesiones aquí, pero no puedo, Lily juega con mi mano, acaricia mis dedos, los entrelaza con los suyos, luego los quita y sigue jugando, como si fuera un circuito.

Después de veinte minutos -que se me pasaron volando- el director da por concluida esta sesión, informando que, como ya estamos muy avanzados, mañana terminaríamos el guion.
Luego, caigo en cuenta que no estuve poniendo atención en nada más que en las manos de Lily. Hoy tendría que leer todo el libreto para ir a la par de los demás.

Tomo mi chaqueta y mi mochila mientras guardo mi guion para salir del set. Llegaría a mi departamento y me pondría a estudiar, ya iba bastante atrasado por haberme quedado en Los Ángeles y ahora que no ponía atención era mucho peor.

—¡Hey, Cam! ¿A donde vas?—me detengo por la voz de Lily.—¿No iríamos a comer?

Demonios. No se donde estaba mi cabeza pero la necesitaba aquí. Veinte minutos y ya había olvidado lo de ir a comer.

—Si... yo, tal vez, por un momento lo olvidé... tengo mucho en mente, lo siento.

—¿Pasa algo en casa, tu familia tiene problemas, alguna chica ronda por tu mente...?

Pensé en Andlina. Ella siempre estaba en mis pensamientos, ¿yo estaría en los suyos? ¿Me extrañaría? Por qué yo la extraño demasiado. Vuelvo a la realidad.

—No, yo, me refiero a que...—río apenado.—no he puesto nada de atención al libreto, solo se las partes que me mandaron cuando me invitaron a participar.

—¡Yo puedo ayudarte! Vamos a donde quieras a estudiarlo, y aprovechando podemos practicar nuestras escenas.—dice, haciendo un extraño movimiento con sus cejas.

—¿Tenemos muchas escenas juntos?—ella asiente divertida, tal vez por mi confusión.—¿Por qué no vamos a mi casa? Tengo comida, podríamos preparar algo, y técnicamente saldría gratis.

Ella asiente entusiasmada, ambos emprendemos camino a mi apartamento. Ya hemos estado ahí antes, cuando nos sentimos solos o aburridos ella suele ir, son muy pocas las ocasiones en que pasamos el rato en su departamento.

[***]

Después de varias horas leyendo todo queda más claro. Al parecer me gusta Lily, bueno, su personaje, pero soy un fastidio, un tipo excéntrico, algo nerd pero glamoroso, si, seré bastante raro. Mientras que ella es adorable, una chica tímida, un alma soñadora que solo quiere ser libre, y yo la ayudaré con la esperanza de gustarle también.

—Ya está. Espero que te guste.—me siento en el suelo, a su lado, poniendo ambos platos en la mesita de centro para comenzar a comer.—Muy bien, Lily, cuéntame de ti, quiero conocerte mejor.

—Bueno... soy de Sherbrooke, está al Noroeste de Canadá, es muy bonita, la mayoría de la población habla francés, yo lo aprendí por mi abuelo, pero no lo uso muy seguido. Mis padres son divorciados, y divorciados de los que se odian, no se pueden ver nunca por qué comienzan a gritarse, en realidad ya no me afecta, pero ambos tienen prohibido gritarse frente a mi. ¿Que más, que más? Solía tener un novio pero lo descubrí engañándome, así que terminamos, me gusta el vino, demasiado, soy alérgica a los arándanos y la nuez...—guarda silencio un momento, como si intentara recordar algo.— ¡ah si! Y me pareces bastante atractivo, saldría contigo o simplemente pasar una noche juntos... y ya no sé qué más decir.

Casi me atraganto con lo ultimo que dijo, pero mantuve la compostura.

—Yo... tengo un poco de vino, ¿Quieres?

Asintió tranquila, me levanto a toda prisa en dirección a la cocina buscando el vino. Me lo regalaron cuando me mude, yo no soy muy fanático de él así que esta nuevo, solo le había dado unos cuantos sorbos. Llevo únicamente una copa para Lily y regreso a sentarme a su lado. Ella toma el vino y la copa de mis manos para servirse sola. Pasa unos momentos oliendo el vino, luego lo bebe y degusta tranquila, al final, me sonríe en señal de que le gustó.

—Bebe un poco, vamos.—puso la copa en mis labios pero sin soltarla. Acepto tragándolo sin saborear mucho.—Bésame.

Lo siguiente que sé es que sus labios están contra los míos mientras me debato mentalmente si detenerla o permitirle.

La amiga de Maya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora