Errores.

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—Llegamos, niñas, tardamos más de... ¡Ah! ¿Qué haces aquí? No deberías estar aquí, deberías estar en el trabajo, ¡Ah! —Libby corrió a la cocina a preparar la cena, ignorando los brazos abiertos de su hijo. — Víctor, llévatelo, niñas, venga a ayudarme.

—Mamá, ¿me das un abrazo? —se acercó quitándole la bolsa de mandado. Libby, quien apenas salía de su conmoción soltó todo su llanto mientras tomaba a su hijo en brazos.

Maya fue por una pelota de baloncesto que había encontrado en la habitación donde durmió un rato, regresó con ella y se la entregó a su padre. Cuando el abrazo madre/hijo terminó, siguió su padre, lo abrazó con cariño y le arrebató el balón, comenzaron a botar la pelota por la sala, su partido había comenzado y nada importaba, ni siquiera los gritos de Libby. Ambas chicas tuvieron que ir cerrando su campo de juego hasta el punto en que tuvieran que salir del apartamento, luego, cerraron la puerta.

—Muy bien, niñas... a trabajar, ya. —se secó las lágrimas y comenzó a trabajar en la cena.

[***]

Para cuando los chicos regresaron la mesa estaba acomodada y la cena estaba servida. Una vez que se limpiaron, la familia Boyce y Andlina se sentaron a comer. La cena transcurría tranquila, el señor y la señora Boyce conversaban con su hijo sobre su nueva vida, Maya degustaba la comida ignorando gran parte de lo que se decía y Andlina, por su parte, solo podía pensar en lo que sucedería después de la cena, ¿de que hablaba Cameron, acaso se refería a... eso? ¿Haría eso por primera vez? ¿él ya lo había hecho o también sería su primera vez? Si ya lo había hecho, ¿con quién había sido? ¿su primera vez fue con la pelirroja de hace unas horas? Se veían bastante cariñosos, demonios, ¿y si ella era su novia? ¿de dónde la conocía, del trabajo? Muy probablemente también era actriz. Perfecto, era bonita, era toda una actriz y era divertida, era mucho mejor que ella en un montón de sentidos, ¿Qué oportunidad tenia ella? Sentía como su respiración se iba agitando.

—¿Andlina, estas bien? —su mejor amiga tomó su mano mientras le susurraba, no quería llamar la atención.

—No se que estoy haciendo aquí, no debí venir. —sintió como su voz se quebraba, trató de recomponerse solo para irse. —Con permiso.

Salió del departamento rápidamente, cuando cerro la puerta tras de sí las lágrimas ya corrían por sus mejillas. Cameron estaba por levantarse, pero Maya fue más rápida, le hizo una señal de que ella debía salir y sin esperar una respuesta salió en busca de su mejor amiga.

La encontró mientras estaba a punto de cruzar la calle, rápidamente la alcanzó haciéndola detener, ambas se abrazaron con fuerza. Maya acariciaba su cabello mientras la escuchaba sollozar en silencio.

—¿Qué estoy haciendo aquí, por que vine? El avanzó, ya no soy ni un poquito necesaria en su vida. Me largo, me voy a casa.

—¿Estás demente? Dios, no has dicho ni una cosa coherente. Viniste aquí porque es el cumpleaños de tu casi novio, el cual estaba llorando de gusto por verte y no te iras porque ¡no-conoces-aquí!

—¿Casi novio? Debe ser una broma, llegó jugueteando con una pelirroja, reían muy animados y se abrazaban muy cariñosos. —una pausa. —Me di cuenta de que él ha comenzado una nueva etapa en su vida y ya no pertenezco ahí.

Se dejó caer en una banquita frente al edificio de Cameron, el llanto le había parado el habla, Maya se sentó a su lado a abrazarla. Estuvieron así alrededor de cinco minutos, luego, Andlina le pidió un momento a solas, su amiga obedeció.

Entonces continuó llorando, sintiéndose tan insuficiente y tonta. Si, había tenido la suerte de conocer a un chico famoso y él se había interesado en ella, pero al fin y al cabo era una chica común y corriente, no era una estrella de cine; glamurosa y siempre bonita. Se sentía tan triste, tan avergonzada, solo quería ir a su casa, esconderse entre sus sabanas y llorar, tal vez que sus madres la abrazaran y que su pequeña hermanita le contara una divertida historia.

Sintió que alguien se sentaba a su lado, pero no se incorporó ni se limpió las lágrimas, no le importaba, pero en cuando escuchó como la persona aclaraba su garganta levantó un poco la vista y lo vio.

—¿Era tu novia? ¿dónde quedo yo? ¿qué intenciones tenías para esta noche? ¿eres virgen? Olvídalo, no quiero saber nada de eso, solo déjame sola.

—An... yo, se que fui un tonto esta noche, ¿sí? No hice nada bien hoy, debí darte una explicación sobre Llily, no debí proponerte eso tan rápido y como si fuera nada, pude hacer mejor las cosas hoy, lo siento de verdad.

—No me debes explicaciones... estamos en etapas muy distintas, ahora me doy cuenta, y tal vez fue una mala idea que yo viniera, lo lamento.

Se limpió las lagrimas y sin voltearlo a ver caminó al departamento del chico, tal vez no era su cama, pero la que compartiría con Maya sería lo más parecido que tendría y seria su único consuelo de esa noche.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2020 ⏰

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