¡Feliz cumpleaños!

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Simón, gente, volví solo para hacer un capítulo dedicado a mi bebé por su cumpleaños.
✨✨✨✨✨

—¿Llevas tú desodorante?—asintió.—¿Cepillo de dientes?, ¿cargador?, ¿ropa interior?—volvió a asentir a cada pregunta.—¿toallas femeninas? Nunca sabes cuándo llegará tu periodo.

-¡Mamá, basta! Si, ya llevo todo.—cerró su maleta.—Y por cierto, si puedes saber cuándo llegará tu periodo.

Ambas salieron de la habitación, bajando las escaleras. Andlina llevaba una mochila de viaje, una maleta y su fiel mini mochila/bolsa, ella sentía que era más que suficiente para su viaje de un fin de semana, pero Paulina, su madre, tenía el presentimiento de que algo faltaría.

La familia Boyce había decidido viajar a Canadá para sorprender a su primogénito por su cumpleaños número 20, él ya les había comentado con pesar, que, a causa del trabajo, no podría viajar para pasar el fin de semana en casa. Maya lo planeó todo, convenciendo a las madres de su mejor amiga para que pudiera acompañarla.

—Andrea te llevará al aeropuerto, linda, mucho cuidado, pórtate bien, no molestes al señor y la señora Boyce, avísame todo lo que pase... y dale un abrazo a Cam de mi parte.—abrazó a su hija con fuerza, ya la extrañaba y aún no se iba.—Te quiero.

—También te quiero, mamá.

Andrea tomó las llaves del auto y juntas salieron de casa en dirección al aeropuerto.

[***]

—Discurso cursi, bla, bla, bla, te quiero, cuídate, pórtate bien, bla, bla y mas bla.—ambas sonrieron y se abrazaron por un corto periodo de tiempo.

Corrió con sus maletas en dirección a Maya y su familia, emocionada y nerviosa al mismo tiempo. Saludó cortésmente, luego, pasó el resto del camino al avión charlando.

[***]

—Lo que maaaas odio de viajar en avión es la revisión, algunos guardias son odiosos, en serio odiosos.—dijo Maya, dejándose caer en su asiento, al lado de Andlina.

—Yo odio esperar, que revisen si es necesario, ¿pero por qué tardan tanto?

—No se, pero yo ya quiero llegar, extraño a la galleta boba, pero no sé lo digas, si no, me molestara el resto de mi vida.—rió.

—Tengo miedo, Maya.—confesó.—¿y si él no me quiere ahí, qué tal si no desea verme? Le arruinare su cumpleaños.

—¿Bromeas? Estoy 90% segura de que prefiere verte a ti que a mi, Andlina, Cameron te quiere, muchísimo, no te imaginas cuánto, ya verás que estará muy feliz de verte.

[***]

—Bien, niñas, iremos a comprar unas cosas para la comida que prepararé para Cam, hablé con su director y me dijo que no saldrá hasta las 7:30, más o menos, eso quiere decir que tenemos 3 horas muy buenas, pueden dormir, arreglarse o ver televisión en lo que regresamos.—ambas chicas asintieron.—Y Maya, nada de destruirle el departamento a tu hermano, me sorprende que esté en tan buenas condiciones.

Libby y Víctor Boyce salieron del departamento, ya habían planeado todo, pensaron en sorprender al pecoso cuando llegara del trabajo con su cena favorita, un pastel, su familia y la chica que le gustaba.

—Bueno... yo voy a bañarme, me avisas si necesitas algo.—Andlina asintió, viendo cómo su mejor amiga sacaba ropa de su maleta para luego ir al baño a encerrarse.

Estuvo un rato en el sofá, solo viendo a su alrededor: no había mucha decoración, había algunas fotos enmarcadas, Cameron con sus padres, con Maya, con Karan, con su familia, con otros amigos, y finalmente, una foto con ella, ambos estaban en el suelo riendo, Maya había sido la autora de la fotografía, la tomó mientras estaban distraídos.

10 minutos después de estar tirada en el sofá, decidió ir a asaltar el refrigerador, tenía un poco de hambre, pero no podía comer mucho pues Libby haría una cena especial.
Escuchó la puerta abrirse, se alarmó pues no era Maya y era muy rápido para que los Boyce regresaran, ¿se trataba de un ladrón?

—¡Basta, Cam, déjame!—escuchó risas. No era ningún ladrón, Cameron había regresado, y claramente no estaba solo.

Se asomó levemente, por alguna razón no quería que la vieran, se sentía una completa intrusa. Una chica como de su estatura, de cabello corto y anaranjado reía con cansancio, como si tuviera riéndose una hora, luego, alcanzó a ver a Cam, se veía tan lindo, su cabello estaba más largo desde la última vez que se habían visto, algunos rizos le tapaban la vista pero no parecía incomodarle. Corrió a la chica y la tecleó levemente, ambos cayeron al sillón, Andlina sintió un mal sabor de boca, el parecía muy feliz, no quería arruinarle eso con su presencia, pero no tenía opción, no podría salir sin ser vista.

—Cameron...—dijo casi en un susurro, incluso parecía que tenía miedo.

El susodicho se alejó de la chica para poder ver mejor a An, sintió como su corazón latía cada vez más y más fuerte. Corrió a abrazarla con fuerza, incluso la levantó en el aire, quería llorar de felicidad, no recordaba lo bien que olía, o lo pequeña que podía sentirla entre sus brazos. Ella, sin duda alguna, estaba sorprendida, no esperaba esa reacción, pero le encantaba. Pasó sus manos al rededor de su cuello, acariciando los bellos rizos, su vista se nubló a causa de las lágrimas que amenazaban con salir.

Lily estaba muy incomoda en el sofá observando la escena, ¿Quien rayos era esa chica? Escuchó la puerta del baño abrirse, una chica muy parecida a Cameron se acercó a ella.

—¿Lily, cierto?—asintió.—Mira... si yo fuera tú, me iría ya, esos dos tórtolos no se han visto en mucho tiempo, tienen que aprovechar el tiempo perdido, básicamente tú y yo salimos sobrando aquí.—le sonrió de la forma más fingida que pudo, esa chica no le daba buena espina. Su hermano sólo tendría una novia formal y sería su mejor amiga, no esa pelirroja.

La chica se levantó del sofá, indignada por la falta de interés de Cameron hacia ella y él cinismo de su hermana, la cual le sonrió de forma exagerada, despidiéndola.
Cuando la puerta azotó los jóvenes enamorados volvieron a la realidad, Cam bajó a Andlina de sus brazos, observando la sala vacía, a excepción de Maya.

—Esa chica no me agrada.

Ambos hermanos sonrieron y se abrazaron, diciéndose apodos tontos al oído. Andlina solo alcanzó a escuchar "cara de moco" y "hongo", era más que obvio que se extrañaban.

[***]

—Cuando lleguen mamá y papá no nos dejarán estar con Cam, así que, me iré a dormir un rato, aprovechen el tiempo solos,—hizo un gesto pícaro.—pero no demasiado, eh.

Maya se metió a la habitación de su hermano, cerrando la puerta. Cameron no lo pensó dos veces cuando ya estaba besando a Andlina, aunque ella no lo esperaba, supo recomponerse fácilmente. Era un beso dulce y tierno, cargado de melancolía y necesidad, ambos se extrañaban demasiado, tanto que no podían explicarlo con palabras, solo sintiéndose uno al otro. Cam se fue recostando levemente sobre la chica, cuidando de no aplastarla. Sus manos se posaron en su cintura, levantando un poco la blusa para sentid su suave piel. Andlina hizo algo parecido, acariciando la espalda del chico. El beso iba subiendo de nivel, él bajaba a su cuello, succionando levemente, dejando pequeños besos. Ella trató de sacarle la camiseta, estaba estorbando, ambos querían mas, por supuesto que querían mas que besos y caricias leves, pero unos golpes los detuvieron.

—¡Dije: no demasiado!

Ambos rieron, levemente avergonzados por la reprimenda de la pecosa. Truth se sentó de forma correcta en el sofá, acomodándose la camisa.

—Maya tiene el sueño pesado, puedo convencer a mis padres de salir por la noche... ¿que dices?—le susurró al oído.

La amiga de Maya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora