Stakes (Lapidot)

Capitulo: 8

Despierto sobre saltada en un extraño sueño donde vivía en una época distinta a esta, todo era tan confuso que a parecieron personas desconocidas haciéndose pasar por mi familia pero, que hacia Perla en mi sueño, pero porque estaba tan preocupada por su Madre. Me había llevado una mano a mi rostro frotándola en ella intentando despertarme completamente bien, abro los ojos con cuidado, pero en eso un nombre pasa por mi mente como un rayo caer a la tierra. - Archeron - Aquel nombre se me había salido de mi boca en un susurro. Pero porque aquel sujeto se me hacía algo familiar, lo había oído aquel nombre y no lo digo del sueño sino que ciento que yo ya lo había conocido en alguna parte.

Gire mi cabeza a ambos lados de la cama y supe que estaba en mi habitación, todo estaba totalmente silencioso ningún pequeño ruido se oía y mucho menos el sonido de la naturaleza es como si estuviera encerrada en la habitación del sepulcral. Me senté a la orilla de la cama y trate de recordar que era lo que había pasado en realidad, miraba el suelo de madera pensando hasta que voltee a ver a la mesita de noche viendo el reloj que marcaba la hora con números rojos las tres de la tarde. ¿Pero vaya había dormido mucho? Me lleve la mano a la cabeza y pase los dedos entre el cabello corto deslizándolo tras de mi nuca, pero en eso un recuerdo se me había venido instantáneamente. El golpe que me di bajo el agua del aquel rio, donde resbale y caí.

Pero todo esto fue culpa de los Gemelos ellos tenían todo preparado hasta esa chica de Lapis participo, todo esto fue planeado por ellos no cabe duda, trataron de deshacerme de mi pero no pudieron. Suspire y apretando los labios. Deseo estar mejor en la casa de la Doctora Rose.

Camine descalza hacia la entrada de la habitación y tome la perrilla de la puerta girándola que esta se abrió oyéndose unos rechinidos silenciosos, camine por el pasillo solitario y llegue a la sala de invitados donde ahí no había nadie, entre a ese cuarto y me hacer que a la gran ventana y veía que ahí estaban todos. Los Gemelos jugaban entre ellos y la Hermana mayor estaba con ¿Lapis?... Pero ella que hacia aquí, sé que son como de la familia, pero que hacia acaso no basta en hacerme daño, o a la mejor está esperando a que despierte para intentar corretearme nuevamente.

Gruñí.

Deje la ventana por un lado y oí una vasija caer la piso, fui a la cocina y me pare aun lado del marco y ahí estaba la Señora Safiro dándome la espalda preparado algo de comer, veía sus paso como ella se movía con facilidad por la cocina hasta que sintió mi presencia y volteo a verme. Yo solamente me quede parada en el mismo lugar sin hacer ninguna expresión pero ella camino hacia donde estaba yo brozándome por el cuello que yo no reaccione en nada, solo estaba parada y tiesa con la mente en blanco.

-Me alegra que hayas despertado, creí que ya no volverías a despertar.- Se separó de mi pero aún tenía sus manos en mis hombros.- Todos estábamos preocupados por ti desde que te habías desmayado y no despertabas, le hablamos a la Doctora Rose para que viniera a revisarte y no ha dejado de llamarnos a ver si habías despertado hasta su hija Perla está muy preocupada por ti.

Que quedar decir que no despertaba.

-¿Señora Safiro, dime cuanto llevo dormida?- La miro a los ojos que estos expresaban de tristeza.

-Tienes una semana entera que no habías despertado.

¿Una semana?

Me separe de ella abriendo los ojos como platos y pensar que había dormido toda una semana sin despertar. Me lleve la mano nuevamente por el pelo hasta bajar por el cuello y solo mis ojos estaba puesto al suelo con el ceño fruncido. Pensaba; tan fuerte fue el golpe que había recibido en la cabeza.

-Llamare a Ruby y a la Doctora Rose que ya has despertado.- Dijo acercándose a la mesa de isla que estaba tras de ella y tomo el teléfono inalámbrico.