Golpe tras golpe.

Secretos.

En realidad no pude dormir.

Ni un segundo.

Me pesa el cuerpo y mis párpados se ven decaídos, mis ojeras se notan a kilómetros de distancia.

Parezco una joven que no descansó por tanto trabajo de la universidad.

Ojalá fuera eso.

Ojalá todo fuera diferente, todo fuera más sencillo, ojalá pudiera visitar a mis padres de vez en cuando, recibir el abrazo de mamá, molestar con papá, pero nada alcanza. El dinero no es suficiente.

No está.

Nuevamente se ha ido y agradezco a la vida por esto, me tranquiliza un poco más despertar y no encontrarlo ahí.

Segundo día de trabajo.

Hoy usaré la blusa que con tanto amor mi mamá me compro hace años.

Eres la mejor, mamá.

Te debo tantas cosas que hiciste junto a papá para mí, tantas cosas buenas, como lucharon por mi, por mi estudio en el colegio y la universidad.

Plancho la blusa con delicadeza para no quemarla ni dañar su tela, me fijo que una lágrima ha caído porque está sobre el bonito rosa que la pinta.

¿Otra vez llorando, Ross?

Deberías volver tu corazón de piedra, deja de llorar por cosas que no lo valen, peleas por los demás y nadie pelea por ti.

Mírate, débil e insegura, no sirves para salir al mundo.

Por un momento pienso en que parezco esa mujer que está cortando la cebolla y llorando sin detenerse.

La imagen me causa gracia, pero luego estoy pensando cosas malas sobre mi y ahí todo se va al carajo.

Una de las pocas veces que me he permitido llorar por mi y por todo lo que ha pasado, por lo que pasa, por lo que siento que sucederá.

Todo es un caos emocional muy grande, todo está lastimandome más de lo que debería, es una total perdida de tiempo llorar cuando eso no cambiará nada. Solo quiero sentir que mi vida es diferente por un momento.

Tomo una ducha y lavó mi cabello, lo lavó cada cuatro días porque es cada cuanto se pone grasoso.

Lo tomo entre mis manos y lo observó, es tan lindo, su color es el intenso rojo de una rosa.

Eso era lo que siempre me decía Adam.

Oh, Adam.

¿Y ahora qué va a pasar contigo después de todo esto?

La única manera de estar juntos es si me separo de Jack, pero es imposible, él me amenaza y me golpea.

¿Acaso no puedo volver a ser feliz nunca más en mi vida? Sólo lo fui cuando era joven, cuando estaba con mi familia.

Cuando Emily...

Emily.

Retiró todos esos pensamientos de mi mente, enjabono mi cuerpo, me lavo, luego cierro la llave de la ducha y finalmente enrollo la toalla blanca en mi cuerpo.

Me visto y finalmente busco algo en el pantalón de Jack. Cojo un poco de dinero, no creo que él recuerde si lo tenía ahí. Pero ya necesito comer.

La brisa me abraza, un día más un día menos. ¿Qué más da?

¿Tiene sentido?, ¿A caso tiene sentido todo lo que hago?    

Pasó por la panadería y me como un palito de queso con café.