-¡Lily! - la chica acababa de entrar por la puerta -¡ven! ¿Quieres jugar?
En cuanto vio a Etna, se acercó a ella, pero en cuanto vio lo que estaba haciendo, paró en seco.
-¿Qué haces? -preguntó ella confundida.
-Jugar a las cartas -dijo Etna quitándole importancia al asunto.
-Se suponía que tenías que estar buscando a Severus -dijo ella con tono de pocos amigos.
-Bueno... ni Black ni Potter les han hecho nada -dijo haciendo un gesto hacia los chicos -y si ellos no les han hecho nada, supuse que se habría ido a la sala común de Slytherin o algo así.
-Pero tendrías que estar buscándolo... -ella seguía sin acercarse a la mesa.
-¿Lo has encontrado? -pregunté Etna, poniendo sus cartas sobre la mesa -¡gané!
-Sí...
-¿Y dónde estaba? -los chicos estaban más interesados en comprobar sus cartas que en la conversación.
-En... la sala común de Slytherin -dijo Lily agachando la mirada.
-Pues ya está, asunto resuelto -dijo ella en tono triunfal .
-Pero podría no haber estado allí...
-Lily -dijo poniéndome en pie -no es un niño, no tienes que estar con él las veinticuatro horas del día.
-Supongo -dijo ella. Por su mirada Etna sabía que quería contarle algo más, pero que no podía en ese momento -luego hablamos -dijo tan flojito que solo ella pudo escucharla.
Y tras decir esto, se fue a una de las butacas que estaban al lado de la chimenea para hacer los deberes.
-Maiden, ¿otra? -dijo Potter.
No creo que se hayan enterado de nada de la conversación.
Pero como Lily no parecía que quisiera hablar en ese momento, Etna decidió seguir jugando con los chicos a las cartas. La sala común se fue llenando poco a poco de los alumnos de Gryffindor. Algunos se iban directamente a las habitaciones, pero la gran mayoría se quedaban en la sala, charlando, haciendo deberes de última hora o leyendo algún libro. Justo cuando la sala estaba más llena, un grito desgarrador cortó el aire.
Todos se giraron para ver quién había gritado y por qué. Y aunque el quien nunca lo supieron, el por qué estaba bastante claro. Una enorme serpiente estaba cruzando la sala. La serpiente medía por lo menos dos metros y nadie sabía de dónde había salido. El caos se produjo en cuestión de segundos. Todo el mundo comenzó a gritar y a correr de un lado a otro. Algunos salieron por la puerta, otros se subieron encima de las mesas y los que fueron más rápidos subieron escaleras arriba, hacia las habitaciones. La serpiente siguió hacia delante, acercándose cada vez más hacia dónde estaban Etna y los chicos sentados, preparándose para atacar. Pero justo cuando la serpiente iba a saltar hacia delante, parece que cambió de opinión, o mejor dicho, de presa, porque antes de atacar a ninguno de ellos, cambió de dirección y se fue directa hacia Lily, la cual había levantado las piernas del suelo para protegerse.
-¡Evans! -gritó Potter -¡corre!
Pero Lily no se movió, estaba paralizada por el miedo, no podía mover ni un músculo. Potter, sin pensárselo dos veces, saltó al suelo y corrió hacia el bicho, y antes de que esta pudiera reaccionar, sacó su varita y lanzó el hechizo que habíamos estado practicando toda la semana:
-¡Wingardium leviosa!
La serpiente se elevó bastantes centímetros del suelo y se quedó ahí, levitando.
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Los Merodeadores
FanfictionEs el año 1971 y ese curso coinciden en Hogwarts cinco chicos con un objetivo en común: pasarlo en grande y dejar una huella en el colegio. Es así como James Potter, Sirius Black, Remus Lupin, Peter Pettigrew y Edelweiss Maiden formarán el grupo de...