CAPÍTULO 9

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-Muy bien, ya está -dijo Etna mientras la puerta del pasadizo se cerraba dejando a Loreen dentro -ahora solo queda la última parte del plan. Tenemos que volver a la sala común de Gryffindor para tener una coartada.

Se dieron la vuelta y salieron corriendo hacia la torre de Gryffindor.

-Lo tienes todo pensado al milímetro, ¿no Maiden? -dijo Balck.

-Cuando haces una broma, o la haces bien o no la haces -dijo ella sonriendo.

-Esa es la actitud -dijo Potter riendo.

-No sé yo si esa es la actitud -dijo Remus.

-Venga Remus, no seas aguafiestas -le respondió Potter 

-Ojalá hubiera una manera más rápida de llegar desde las mazmorras hasta lo alto De la Torre -dijo Pettigrew jadeando. 

-Seguro que la hay -dijo Etna -solo que aún no lo hemos encontrado. Pero estoy segura de que el castillo está lleno de pasadizos secretos -decidió eliminar la parte en la que les decía quién se lo había contado. No quería meter a Hagrid en problemas.

-Pues tendremos que encontrarlo -dijo Potter. Le brillaban los ojos ante la idea de la investigación secreta -pero ahora centrémonos en llegar a la sala común cuanto antes.

Cuando llegaron al cuadro de la señora gorda, los cinco estaban jadeando, así que se tomaron unos momentos para recuperar el aliento antes de entrar y fingir que todo era normal, pero en el fondo, había empezado la cuenta atrás.

Después de saludar al resto de Gryffindor y de inventar una excusa sobre dónde habían estado, fueron a cenar todos juntos. Los cinco iban pendientes de cada sonido que se escuchara en los pasillos, y no paraban de cruzar miradas, esperando lo que inevitablemente iba a pasar tarde o temprano.

Por fin, cuando estaban llegando al Gran Comedor, lo oyeron, se escuchaba claramente porque a esas horas los pasillos solían estar bastante en silencio: gritos. Y venían precisamente de abajo, de las mazmorras. Etna miró a Potter y Black y los tres sonrieron con malicia. Ya estaba. Segundos más tarde, aparecieron los primeros Slytherin, que habían salido corriendo de su sala común e intentaban buscar a algún profesor que los salvase. 

-¡LEÓN! -gritaban -¡HAY UN LEÓN LAS MAZMORRAS!¡APARTAOS! -empujaban a todo aquel que atrevía ponerse en su camino, parecían una estampida de animales salvajes. 

Pronto comenzaron a llegar más y más estudiantes de Slytherin, todos igual, corriendo y gritando. A algunos les faltaba la corbata, a otros la túnica e incluso había un chico que estaba corriendo sin zapatos. Además, había de todos los cursos, desde primero hasta sexto, todos corriendo.

Menos mal -pensó Etna -tenía miedo de que alguno intentara enfrentarse a ella con magia, pero parece que todos han salido corriendo. Cobardes

Entraron con el resto de alumnos al Gran Comedor y, mientras los Slytherin trataban de hablar con Slughorn y Dumbledore y explicarles lo que pasaba, los chicos se acercaron a Etna.

-Increíble, lo has conseguido -dijo Pettigrew.

-Shhhh -dijo Remus-baja el volumen.

-Además -añadió ella -no lo he conseguido "yo", lo hemos conseguido "nosotros", los cinco.

Los chicos sonrieron. 

-¿Cómo va a salir luego de allí? -preguntó Black.

-Por la puerta, cuando vuelva a su forma humana, con la cantidad de alumnos corriendo y en estado de pánico, nadie se fijará en ella.

-Ha sido toda una suerte que la mejor amiga de tu prima sea una animaga y que se transforme precisamente en león -dijo Potter.

-Sí no hubiera sido así, Poppy tiene acceso a los registros de animagos de Reino Unido, algún león hubiera estado dispuesto a ayudarnos.

Los MerodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora