Parte 11

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La semana pasó rápido. El resto de días entrené con Ben. La verdad fué duro. Pero mi condición física había mejorado muchísimo. Ahora más que nunca me sentía preparada para entrar en el laberinto. Pasé la semana rotando entre los tres trabajos, y en general no ocurrió nada digno de mención. Algunos chicos del claro siguieron incomodandome, pero Alby se encargó de dejarles las cosas claras afortunadamente. Terminé mis tareas del día y me dirigí hacia la puerta del laberinto a esperar a Ben como había estado haciendo toda la semana. Empezaba a aburrirme de los entrenamientos, cada vez veia más lejos el poder entrar al laberinto, no por mi condición física, si no porque tenia la sensación de que Minho estaba intentando retrasarlo todo lo posible. 

Enseguida apareció Minho con otro corredor por el largo pasillo.

"Ey _____, Ben ha llegado ya?" Minho me preguntó al llegar a dónde yo estaba.

"El que yo esté aquí esperandole no responde a tu pregunta?" le respondí en un tono sarcástico. Su compañero se rió, aunque Minho le envió una mirada "asesina", y enseguida paró.

"Quizás estabas esperando para verme" me dijo en un tono flirteante. Rodé los ojos. Su respuesta no me sorprendió. Minho derrochaba seguridad en si mismo y un alto grado de autoestima. Pero sí me sorprendió su tono. Nunca me había hablado así. Decidí no darle importancia.

"Hoy no habrá entrenamiento. Ahora tengo que hablar con Alby, pero te espero en media hora en la puerta de la sala de los mapas" me dijo. Asentí. Y él y el otro chico continuaron su camino.

Estaba impaciente por saber por que no había entrenamiento hoy, deseaba que me dijera que ya estaba lista. La media hora me pareció una eternidad. Eternidad que pasé hablando con Jeff y Newt. Cuando llegó la hora me dirigí hacia el bosque donde se encontraba la sala. Esperé unos segundos y enseguida apareció por el camino de entre los arboles Minho, con el pelo mojado y con ropa limpia, imaginé que vendría de la ducha.

"Y bien, por que no hay entrenamiento?" le pregunté nada más llegar.

"He hablado con Alby y los dos opinamos que ya estas lista para entrar en el laberinto" No creia lo que estaba escuchando, pensaba que este momento no llegaría jamás. De la emoción di un grito de alegria. 

"Mañana en cuanto salga el sol, vendrás conmigo al laberinto, yo seré tu pareja hasta que estes lista, y tambien decidiré si sirves o no" continuó diciendo en un tono serio.

"Muchas gracias Minho!" dije entusiasmada.

Pensaba que me enseñaría la sala de los mapas ya, pero no lo hizo. Nos dirigimos a cenar y se lo conté a todos, los cuales se alegraron mucho por mi. Empezamos a cenar y los nervios empezaron a aflorar en mi. Por fin había conseguido que me dejaran intentarlo, pero en el fondo estaba asustada. Por lo que contaban los clarianos y lo poco que yo sabia, el laberinto era muy peligroso. No sabia lo que encontraría o vería allí mañana. Y sí, empezaba a estar asustada. Durante la cena estuve abstraída, no recuerdo de que estuvieron hablando, en mi mente solo había una cosa y era: hacerlo bien mañana. Decidí irme enseguida a la cama, mañana tenía que madrugar más de lo habitual, y quería estar descansada. Mientras terminábamos de cenar mis ojos no podían dejar de observar la puerta de la entrada al laberinto y preguntarme si seré tan fuerte como para sobrevivir allí afuera. De repente escuche una voz.

"Tranquila, lo harás bien, no tienes que preocuparte, no estarás sola... yo estaré contigo" Era Minho. Debió de notar mi preocupación. Agradecí esas palabras. En realidad me sorprendieron, Minho no era un precisamente la clase de chico que se molestaban en hacer cumplidos, agradar a los demás, o dar simplemente ánimos. En cuanto terminamos de cenar me fuí a dormir. O al menos a intentarlo. 

De repente noté como alguien movia mi hombro.

"Tssshh, despierta _____, ya es la hora!" Reconocí enseguida la voz de Minho. Abrí los ojos como pude y me senté en mi hamaca. 

"Buenos días Minho!" respondí.

"Te espero en cinco minutos en la cocina! No tardes o si no llegaremos tarde!" me dijo marchandose hacia la zona de las mesas. Por fin con los ojos ya abiertos pude ver que era realmente temprano, ya habia luz, pero todavia no asomaba el sol por encima de los muros. Acababa de amanecer y todos los demás seguian durmiendo en sus hamacas a excepción de Fritanga, los corredores y algún clariano. Me cambié de ropa, me recogí el pelo en una coleta alta y me dirigí hacia las mesas. Recogí mi desayuno y me senté en la mesa enfrente de Minho y con los demás corredores.

"Estas preparada?" me preguntó mientras me sentaba.

"Eso creo" respondí.

"Bien, hoy tienes que estar concentrada al máximo. Que tal has dormido?"

"Mejor de lo que esperaba, he podido descansar lo suficiente" 

"Bien" dijo levantandose de la mesa "En cuanto termines el desayuno te espero en la puerta de la sala de los mapas" continuó diciendo "Y a los demás, no os retraseis, en cuanto las puertas se abran debemos salir... Hoy correreis con la misma pareja que ayer" les dijo a los demás corredores y se fué hacia el bosque. 

Terminé mi desayuno al igual que los demás y me dirigí hacia donde Minho me habia dicho. Cuando llegué, le pille saliendo de la sala con dos mochilas de cuero en la mano.

"Hoy como es tu primer dia, te he preparado yo la mochila con la comida, el agua y todo lo necesario. He encontrado esta mochila, creo que te servirá" me djio mientras me la daba.

Me coloqué la mochila, ajusté los tirantes y nos dirigimos hacia la puerta. Todavía estaban cerradas y los demás corredores ya se encontraban allí esperando a que se abrieran. 

"Bien, hoy terminareis de recorrer las secciones de ayer!" les ordenó Minho a los demás corredores. Al instante empezaron a abrir-se las puertas del laberinto. El sonido era estremecedor. Fué muy impactante. Mis nervios estaban a punto de llevarme al limite. Pero por fin había llegado el momento de salir ahí a fuera y enfrentarme al laberinto. 

Las demás parejas se adentraron enseguida.

"Bien ha llegado el momento _____" me dijo Minho "Hoy no tendrás que memorizar nada, solo debes seguirme y prestar atención a lo que hago, entendido?" Asentí. "Pues allá vamos!!" dijo mientras empezó a correr por el largo pasillo que teniamos enfrente nuestra.



El Corredor Del Laberinto - Minho & ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora