Tras un rato descansado, decidí ir a darme una ducha, normalmente Chuck vigilaba mientras, para que a ningún pingajo se le ocurriera acercarse. Pero era tarde, no creía que hubiese nadie, y además Chuck estaba ayudando en la cocina, por lo que decidí no pedirle ayuda.
Las duchas estaban alejadas, eran muy rústicas como el resto de las construcciones del Claro. Los constructores decidieron en su momento que dos duchas eran más que suficiente. Pero no contaron con que cada vez eramos más gente.
Para mi sorpresa, hoy no había nadie haciendo cola, y no parecía haber nadie usándolas tampoco. Así que me decidí a entrar. Cuando de repente Minho salió de una de ellas a medio vestir. Nada más verme sonrió, se asomó fuera esperando ver a Chuck y me preguntó:
"Que haces aquí sin Chuck?"
Hice el gesto de taparme los ojos. Minho llevaba solo la toalla enrollada a modo de pantalón, pero su torso estaba al descubierto. Y era la primera vez, que le veía sin camiseta. Intenté no mirar, pero fue tarde. Lo ví, su torso fuerte y esculpido mojado todavía, con los abdominales marcados. Y la verdad, no necesitaba ver eso. Ahora solo podría pensar en eso.
"No he visto nada!" dije rápido apartando la vista. Pero me resultó imposible, así que decidí mirarle a los ojos. Solo a los ojos. Misión imposible ante esas vistas.
"Tranquila, puedes alegrarte la vista" me dijo con su típica sonrisa pícara.
"Pensaba que no habría nadie, y Chuck está ocupado"
"Pues pensaste mal...Querías espiarme?" dijo bromeando mientras se acercaba a mi lentamente. Dios, era irresistible. Seguía intentando no mirar. Sabía lo que intentaba hacer. Pero debíamos controlarnos. No podíamos dejarnos llevar.
Nos besamos, mientras, mis manos acariciaban su torso desnudo y húmedo. La temperatura subía rápido. Así que Minho se apartó enseguida.
"Será mejor que vaya a cambiarme" Me dijo mientras me daba un beso en la frente.
"Ya que no está Chuck, te importaría vigilar a ti?" le pregunté. Siendo sinceros, no me fiaba, cualquiera podría aparecer.
"Yo me encargo" me dijo guiñándome un ojo mientras se colocaba afuera en la puerta.
"Gracias, quizás algún día, te deje pasar" le dije irónicamente.
"Hoy por ejemplo?" me preguntó bastante emocionado.
"Sigue soñando" le dije mientras entraba hacia adentro de una de las duchas. No ví su expresión pero pude escuchar como se reía.
"Ni se te ocurra mirar" le dije desde dentro.
"Pues date prisa verducha" me dijo bromeando. No entendía como alguien que me sacaba tanto de quicio, podía hacerme tan feliz.
Minho se portó como todo un caballero. Cuando terminé, ya era la hora de la cena, así que nos dirigimos a la zona de las mesas.
Ben nos vió venir de las duchas, obviamente los dos con el pelo mojado. Así que nada más vernos, en voz baja nos preguntó:
"Debo preocuparme y chivarme a Alby?" dijo bromeando obviamente. Los tres nos reímos.
"Solo ha vigilado para que no entrara nadie pingajo!!" Le recalqué.
Minho y Ben empezaron a pegarse en broma como dos niños pequeños. Rodé los ojos y continué mi camino hacia la cola, dónde ya estaban los demás esperando también.
Al día siguiente salimos al laberinto, Minho y yo, el equipo perfecto. Le llevé hasta la zona más alejada a la que había llegado con Thomas los otros días. Solo en llegar hasta allí tardamos medio día, enseguida Minho comprendió por qué llegábamos tan justos de tiempo al Claro.
Durante la comida, decidí preguntarle a Minho algo que desde anoche me rondaba la cabeza.
"Crees que Ben enserio creyó que tu y yo... ya sabes..." enseguida supo a lo que me refería.
"No te lo vas a creer" me dijo riéndose "Cuando nos íbamos hacia las hamacas, me lo preguntó"
"Enserio? Y qué le dijiste?" le pregunté. Me miró como si la respuesta fuera obvia.
"Que no, obviamente" su respuesta me alivió, aunque en el fondo sabía que Minho nunca mentiría acerca de eso o nuestra relación. No necesitaba fingir nada ante los demás para creerse mejor o parecer "guay".
"Que querías, que le hubiese dicho que sí?" me preguntó bromeando.
"Solo es, que no quiero que piensen en mi de esa forma...ya lo sabes, ser la única chica aquí no es nada fácil..." respondí.
"Lo sé" me dijo mientras me cogía la mano. "También te digo que aunque pasara lo que tu ya sabes, tampoco se lo contaría a nadie..." continuó diciendo con su sonrisa pícara.
Le golpeé el brazo y rodé los ojos. Nos miramos y nos reímos.
"Vamos, no vas a admitir, que últimamente, cuando nos besamos, no es difícil no pensar en eso?" me dijo, con cara de que tenía razón. Y sí, la tenía. Era más que obvio. Mi cara, confirmó mi respuesta más que obvia.
"Es difícil sí..." acabé diciendo "Pero debemos controlarnos..."
"Lo sé" me dijo él "Pero eso no quita, que me muera de ganas" me dijo sonriendo.
"Y yo, créeme, se me hace muy difícil parar..." le dije tímidamente.
"Crees que si los pedimos en la caja, los traerían?" me dijo sonriendo demasiado.
"Lo dudo mucho, además, no creo que aquí dentro, sea el mejor sitio para esto..." le dije.
"Tranquila, no quiero presionarte, no es mi intención! Sólo creía que debíamos hablar de esto, para tenerlo claro" me terminó diciendo.
Minho era increíble. Nuestra relación lo era. Conectábamos a la perfección. Y eso en el fondo me asustaba. Volviendo a la realidad, no parábamos de jugarnos la vida. Y mi preocupación, estaba cambiando. Ya no era salir del laberinto a cualquier precio. Si no, no perder a nadie, en concreto a él.
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El Corredor Del Laberinto - Minho & Reader
FanficFanfic del Corredor del Laberinto. Todos conocemos la historia, pero y si fueras tu quien subiera este mes en la caja? Aqui os dejo esta historia para que dejeis volar vuestra imaginación y paseis un buen rato leyendo. Espero que os guste.