Entre Hojas...(G/T)

ENTRE HOJAS - 2

Dianna intento extender sus alas con mucho esfuerzo y dolor lo logro, pero después se rindió permitiendo que cayeran como si fueran peso muerto atado a su espalda...Malditos gigantes siempre creyéndose los dueños de todo de la comida, el agua, la tierra incluso de otras personas...pobres humanos, denigrados de ser una civilización social y moralmente estable, a una especie exótica con mucha diversidad de razas para estos monstruos, si los prestatarios fuéramos tan egoístas y nos traicionáramos los unos a los otros como ellos, ya nos hubiéramos extinguido, o peor, ya hubiéramos caído en una tienda de animales para ser vendidos al mejor postor... pero aun así si no fuera por este estúpido estaría muerta así que no puedo quejarme, supongo... Dianna miro hacia abajo para darse cuanta que estaba en movimiento, miro a los pies del chico quien estaba caminando algo apresurado

-¿¡Oye quien te has creído como para llevarme contigo?! BÁJAME AHORA GABRIEL!!- ella lo miro enojada lista para saltar de la palma si se negaba a hacerlo, pero cuando lo miro a los ojos solo vio preocupación, su rostro estaba comenzando a humedecerse, como su cabello y su ropa, en ese momento se dio cuenta de que había empezado a llover. pero porque ella no se mojaba?, porque no sentia las gotas gruesas caer sobre ella?, Dianna miro hacia arriba para ver un techo de carne viva sobre ella, Gabriel la estaba protegiendo del agua con su otra mano. 

-Relájate linda,voy a ser muy sincero, no pienso bajarte hasta saber que estas bien, incluso si eso significa en mi casa, donde pueda curarte esas heridas...pero por ahora solo quiero cubrirnos de la lluvia- El se mostró algo incomodo con su propia idea, el sabia que ella no quería irse con el, pero que mas podía hacer Gabriel?, dejarla sola, en la lluvia, con las alas rotas, y muy lastimada? NO! tenia que ayudar!, la pequeña chica era su responsabilidad. Dianna trago saliva frunciendo el ceño en una mezcla de preocupación, miedo y enojo, pero...de alguna manera sabia que era lo mejor y que no debía negarse, Cuando un prestatario era capturado, se dejaba llevar, todo por el bien de los demás de su especie ya que cuando veían esto no perdían el tiempo y huían antes de que mas gigantes se animaran en aparecer, para que fuera menos probable encontrarlos, eso no significaba que a Dianna le agradara lo que tenia que hacer, lo único que podía hacer era  alegrarse  de que fuera Gabriel y no esa tal "Osiris" quien la tuviera en sus manos.  

Gabriel se refugio en el quiosco del parque, una vez allí se quito el agua de la cara respirando algo divertido, sonriendo a Dianna con la esperanza de calmarla. Era obvio que ella no estaba cómoda con el, a pesar de saber que no iba a lastimarla y de haberla salvado, ella estaba lejos de estar cómoda con toda esta situación. Gabriel sabia que no tenia derecho a llevarla consigo, pero, era ella era tan jodidamente pequeña!, y si algo le pasaba? jamas podría perdonarcelo! 

No, ella estaría a salvo con el, el se encargaría de eso...Gabriel se apoyo contra uno de los pilares blancos del quiosco, viendo como la lluvia empeoraba, para una persona del tamaño de Dianna, esta lluvia podría ser peligrosa, la velocidad al que caen, la cantidad, el tamaño, simplemente no podían hacer nada hasta que la lluvia bajara, 

el suspiro con molestia mirando con enojo a la lluvia y a los suertudos con paraguas que caminaban sin preocuparse por el parque, su casa no estaba tan lejos, si tan solo pudiera cubrir a Dianna de la lluvia. Se acomodo contra en pilar, poniendo su mano en su cintura tocando la gorra que llevaba amarrada al pantalón, y sonrió a esa idea.

-y bien?... que planeas hacer grandulon?- dianna hablo acomodándose mientras lo miraba fastidiada, Gabriel sabia bien que no podría quitar esa expresión de su rostro aunque lo intentara así que solo la ignoro, sonriendo. la levanto hasta su rostro y la miro divertido. 

-pues...quería llevarte a mi casa, se que es lo ultimo que quieres linda, pero creo que no quieres que te abandone aquí con tus alas así, o si?...- El sarcasmo en la voz de Gabriel solo conseguían molestar a la prestatario, quien se cruzo de brazos rodando los ojos.