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Desgraciadamente ya pasaron las dos semanas que faltaban para el inicio de clases y vamos todos en el auto de mamá camino a la escuela.

-¿Por que...

-...no vino papá?

Mamá que no estaba muy atenta a las palabras de los gemelos, ni a la vida al parecer, pisa el freno al ver que frente a ella aparece una luz roja.

-Le surgió algo de último minuto y no pudo venir.

Es raro. Papá nunca falta a un primer día de clases, siempre venían a dejarnos, y juntos se encargaban de hacernos pasar vergüenza frente a todos para luego marcharse tranquilos al trabajo. Supongo que por fin este año nos ahorraremos el espectáculo.

-Ya jovencitos, llegamos.

Rápidamente nos bajamos del auto, pero nada más al salir nos topamos con papá y esa enorme sonrisa, la misma de los gemelos y Thian, que pone antes de hacer cualquier cosa que pueda hacer pasar vergüenza a sus queridos hijos. Los tres suspiramos lamentando nuestra maldita suerte y Thian que no sabe nada nos mira confundido.

-Prepárate Thian.

-¿Para qué?

-El ridículo de tu vida.

Veo que hay gente lista para observar lo que se viene, como si fuera una especie de show para ellos, y quizás lo sea, digo, es lo mismo todos los años, y el hecho de que este sea mi último año me da un poco de felicidad.

Mamá comienza poniéndonos uno al lado del otro, nos arregla la ropa uno por uno, nos pregunta si fuimos al baño o si estamos nerviosos, después nos obliga a dejar limpiarnos la nariz y termina besuqueándonos todo el rostro.

Luego viene papá, que nos golpea los hombros con fuerza y luego nos abraza tan fuerte que a mí me saca todo el aire de los pulmones.

-No vayas rompiendo narices el primer día.

Me dice mientras aún me tiene entre sus brazos, yo me rio.

-Lo intentaré.

-Es enserio niña, nada de peleas, al menos las primeras dos semanas, quiero paz.

Terminan los abrazos y mamá pasa atrás de nosotros dándonos una palmada en el trasero para terminar nuestra humillación pública.

-Que tengan un bonito primer día.

Ahora sí, podemos despedirnos como hijos normales de padres normales.

Los gemelos saltan sobre mamá mientras Thian habla con papá, en eso veo que aparecen Stefanie con su madre, o como yo le llamo; la bruja del mar.

Mis hermanos intercambian lugares, ahora los gemelos molestan a papá y Thian recibe un amoroso abrazo de mamá, luego los tres se van, mamá le dice a Thian que me espere mientras yo me despido de ellos, con tan mala suerte que la bruja mayor llega hasta nosotros.

-Evan, que gusto verte por aquí.

Parece que a mamá le va a explotar la vena que le sobresale en la frente, y las del cuello y todas, realmente odia a esa mujer y es totalmente mutuo.

-Vine al primer día de clases de mis hijos, es el último de Cassie así que no me lo perdería por nada

-Siempre tan buen padre, desearía haberle dado a mi Stef un padre como tú.

Mira fijamente a papá, moviendo esas pestañas grotescas con tanta máscara.

-Pues que pena, Úrsula.

Irrumpe mamá que estaba, en vano, intentando ignorarla.

Algunas veces me pregunto se llama así porque al nacer se dieron cuenta de que se parecía a la de la película o la de la película se llama Úrsula en honor a esta señora, porque son iguales.

Las huellas del lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora