Las huellas del lobo.

El nuevo juguete

A la mañana siguiente de alguna forma Thian se las arregló para burlar a Arsan y entrar para ir a despertarnos.

-Levantense señoritas, hay que ir a clases.

Veo la hora.

-¡Maldito idiota!

Le lanzo un cojín.

-¡Los viernes entramos media hora más tarde!

Toma el cojín y me lo lanza de vuelta pero falla y le llega a Shady.

-Lo siento...

Este se acerca corriendo pero pongo mi pie en su cara.

-Ni lo pienses, largo de aquí.

Dejo que Shady entre primero al baño, en eso llega mi papá con una linda caja en tus manos.

-Aquí tienes, un telefono nuevo y de esta decada.

Ahí está, burlándose de mi antiguo telefono por eso mismo, antiguo, tan viejo que tiene botones y pantalla en blanco y negro.

-Lo mandaré a reparar.

-Amor no creo que alguien pueda reparar eso.

Dice riéndose.

-El nuevo numero esta listo.

-Gracias.

Papá se va y Shady sale del baño ya vestida con su uniforme.

Yo dejo el aparato nuevo sobre la cama y entro también al baño.

Le ducho rapidamente y me visto.

Shady no esta en la habitación, tomo mi mochila y mi telefono nuevo y bajo.

-Pero que es... Esto...

Thian me quita el telefono.

-Sin teclas... Que salto hermanita.

-Jodete.

De camino a la escuela Shady me va explicando como usar este aparato, hace que ponga mi correo, segun ella para poder desgargar aplicaciones como juegos y esas cosas... No las entiendo. Entonces instala Whatsapp, que si se lo que es (por suerte) y que si le encuentro utilidad pero cosas como Facebook y las demas... ¿A quien se le ocurrio que era buena idea exponer lo que haces las 24 horas del día?

-Mira...

Me muestra su telefono.

-Esta es la cuenta de IG de Thian.

Y veo muchas, muchas fotos de Thian tanto con su madre, en la playa mostrando ese cuerpo por el que lleva trabajando los ultimos 5 años.

-¿Tienes cuenta de instagran?

-Si. Todos tienen una... Casi todos...

Arrugo mi frente a lo que Shady se rie.

-Te voy a hacer una cuenta.

-No lo necesito.

-Cassie... No sea amargada, será divertido.

-No le veo lo divertido.

-Por favor... ¿Si?

Oh maldita sea, los ojos de cachorrito no. Ella sabe que son mi debilidad.

-Que va... Ya, hazlo.

-Wiiiiii...

Y así fue como camino al colegio y en menos de 10 minutos, yo terminé teniendo tanto una cuenta en Facebook como en Instagram.

Como en clase no se nos permite usar telefonos en cada recreo mi amiga me enseñaba algo nuevo de como usar ese aparato.

-¡Cassie!