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Despierto toda sudada y agitada por la terrible pesadilla que tuve... Soñé que Arsan estaba tendido en el suelo, muriendo.

Me siento en la cama pero de recuesto otra vez, una fuerte punzada en la cabeza me obliga a hacerlo.

Espero unos minutos y lo intento otra vez con el mismo resultado, para el tercer intento ya me da igual, me levanto y voy en busca de mi perro, con ese maldito sueño no puedo evitarlo.

Todo el lugar está desierto, ni una mosca vuela, algo al patio de la cocina pero nada, y ya está amaneciendo.

Decido volver a mi cama y aprovechar la hora que me queda de sueño pero me es imposible, termino arreglando mi ropa para la escuela.

Bajo cuando todos ya están reunidos desayunando, un silencio incomodo reina en el lugar, nadie levanta su cabeza cuando saludo.

¿Que diablos les pasa?

Conforme el desayuno va acabando noto que algo o más bien alguien falta.

-¿Donde está Arsan?

Nadie parece escucharme.

-Dije ¿Donde está Arsan?

No hay ninguna reacción.

-Están sordos o que, pregunté que ¿Donde esta mi maldito perro?

Golpeo la mesa tan fuerte que las tazas saltan de su lugar y mamá deja caer la suya.

-Cassie cariño... Arsan ya no está...

¿Que clase de broma de mierda es esta?

-Mamá no hables estupideces y dime donde esta Arsan.

-Cassie ¿Que ya lo olvidaste? Arsan murió hace tiempo.

-Estas loca... apenas ayer estaba con él...

-Cariño se que es difícil...

-Papá ya basta de juegos, no es gracioso.

Salgo de la cocina corriendo al patio... no puede ser ¿Arsan muerto? Es una maldita mentira.

Corro todo lo que puedo hasta alejarme de la casa, en dirección a los arboles donde solíamos jugar a las escondidas, entonces lo veo... un montículo de tierra cubierta de flores y de juguetes de perro.

-Esto es una maldita pesadilla.

En una de las puntas hay una tabla enterrada.

"Arsan"

No, mierda no, él no.

Caigo de rodillas, tomando uno de los juguetes abrazándolo.

-Arsan... mi enorme cachorro.

Unas pisadas se escuchan a mis espaldas y una mano se posa sobre mi hombro, giro mi cabeza pero todo lo que veo es el reflejo del sol en una larga cabellera blanca.

-¿Qué hiciste Cassandra?

-Yo no hice nada...

-Solo tenias que cuidarlo, él era un preciado regalo de mi parte hacia ti... y mira como termino...

-Lu...

Las huellas del lobo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora