~3- La flor negra~

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El lago estaba plagado de Pokémon de tipo agua. Eran agresivos, todos trataban de atacarnos. Rowlet se encargaba de protegerme debido a la desventaja de tipo que tenía frente a los Poliwag y demás Pokémon, mientras que Popplio buscaba el camino para avanzar.
Yo por mi parte, iba recogiendo objetos y los metía en una bolsa que me dio Popplio. Dinero, bayas, incluso manzanas frescas. Conforme íbamos avanzando por el lago, más enemigos aparecían, y para colmo, Rowlet se enzarzó tanto en una batalla, que no se dio cuenta de que la leve corriente me había conseguido arrastrar y alejar.

Estaba solo en aquel lugar. No sabía nada, y la desventaja de tipo no ayudaba. Eso tan solo fue a peor cuando de la nada, apareció un Pokémon con aspecto de pez, con aletas amarillas y el cuerpo azul y rojo. Se trataba de un Carvanha

— Veo que estás solo, perrito. El Lago Brutal no es un sitio para un cachorrito tan tierno como tú -Me dijo con su voz casi susurrante

— N-no quiero problemas. Solo vine a buscar una flor -Dije con miedo

— Mala suerte, por qué conmigo, los problemas te van a sobrar

Y dicho eso, me mordió una pata. Instintivamente, le propiné un placaje con todo el cuerpo, y aunque lo hizo soltarme, se rió

— Necesitarás un movimiento mejor que Placaje si quieres tener oportunidad contra mi, basura

Comenzó a atacarme desde distintos ángulos disparando agua de su boca. Algo que extrañamente, dolía horriblemente. Ni siquiera el mordisco con sus afilados dientes me hizo tanto daño.
Cuando ya estaba exhausto, por los suelos, Carvanha se acercó a mí.

— Hiciste mal en venir aquí, perro... Ahora vas a pagarlo caro

Se acercó a mí cubierto de agua. Este movimiento me sonaba. Lo había visto en clase, en las explicaciones de Noctowl. Era Acua Jet.
Sabía que ese golpe sería mi fin. En el mejor caso, me desmayaría y quedaría a merced de Carvanha, que podría hacerme lo que el quisiera.
No lo permitiría. No sabía que me había traído a este mundo, ni que propósito tenía... Pero fuese lo que fuese no era para ser apalizado por un pez con cara de malo de película.

Abrí mi boca y noté una descarga. Esa primera descarga fue seguida de otra, y otra, y otra más, hasta que me di cuenta de que mis colmillos estaban electrificados al completo. Sin pensármelo mucho, mordí a Carvanha, bloqueando su Acua Jet y haciéndole muchísimo daño

— M-maldicion... ¿C-como es que sabes usar Colmillo Rayo?

Estaba paralizado. Era mi oportunidad. Repetí el golpe aprovechando su incapacidad de moverse. Ataqué con todas mis fuerzas y logré derrotar a Carvanha.
Justo entonces, Popplio salió del agua

— Oh, Finn, que mal aspecto te veo... ¿Dónde está Rowlet?

— No lo sé... Acabo de pelearme con un Carvanha. ¡He usado movimientos bien chulos!

— Eso es genial, Finn. Si recuerdas como usar tus movimientos, significa que puedes recordar más cosas

— Y todo por qué me hizo caso y vino a explorar -Dijo Rowlet orgulloso entrando a escena

— Oh, Rowlet. Justo iba a buscarte -Continuó Popplio- ¿Cómo dejas a Finn solo? Podría haberle pasado algo... Tienes suerte de que esté sea el último caminos que hay que tomar...

— Bueno, bueno... Tampoco es para tanto -Le quitó importancia al tema

Seguimos por el camino que indicó Popplio y llegamos a una zona donde el agua se ponía verdosa. Ahí, flotando en el medio de la charca, pudimos ver una florecilla de color blanco.
Rowlet la recogió y nos miró emocionado.

La gema del ArcoirisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora