~9- Don Mudsdale~

31 5 4
                                    

El olor del abono era desagradable, pero, ¿Que se podía esperar de un huerto?
El colegio había organizado una salida al huerto de Don Mudsdale con el fin de ayudarle un poco con sus pesadas labores.
Mudbray, el hijo de Mudsdale, se encargó de repartir las tareas a cada uno

— 'Tonces, ¿'tamos to's enteraos? -Preguntó- ¡Po' a trabaja'!

Y dada la señal, nos pusimos a trabajar. Nos dividieron en grupos de dos. A mí me tocó con Rowlet, y teníamos como tarea recoger las Bayas Zanama de los arbustos.
Rowlet aprovechaba que podía volar para recoger las más altas, mientras que yo me encargaba de las que estaban abajo.
Al cabo de un rato de trabajo, habíamos llegado bastante lejos, hasta donde el vallado terminaba. Se podían ver los árboles y se respiraba una agradable fragancia a bayas.

— Ha sido un tiempo de lo más agradable...- Murmuré

— ¿A qué te refieres? -Preguntó Rowlet comiéndose una Baya Zanama

— Cuando llegué aquí no sabía qué hacer... Estaba asustado. Pensé que esto era una pesadilla y que tarde o temprano me iba a despertar... Pero los días pasaron... No ocurría... Y en tan poco tiempo nos hemos embarcado en grandes aventuras

— Es verdad -Dijo- Este es mi sueño desde pequeño. Explorar el mundo con un Equipo Explorador...

— Bueno, tampoco hemos visto mucho mundo que se diga -Solté una pequeña risa

— Pero por algo hay que empezar. Y a demás, ¡Estamos salvando el mundo!

— Cierto... Aún me cuesta asimilarlo... Se dice pronto, pero... Salvar el mundo...

— Ya verás como lo lograremos. El elegido vendrá al Poblado Croma... Le daremos los Fragmentos... Y salvaremos el mundo gracias a eso

— Es fácil decirlo -Rei leve de nuevo y mire al cielo- Está atardeciendo, deberíamos volver con Mudsdale y los demás

— Si, tienes razón ¡Vamos!

Rowlet y yo nos disponíamos a marcharnos cuando alguien nos cortó el paso.

—Vaya, vaya, Gible. Mira que tenemos aquí -Dijo un chico bastante alto

—Puedo verlo, Gabite. Estos chicos tan majos han recogido unas cuantas Bayas Zanama para nosotros -Dijo quien debía ser Gible

—¡Pero bueno! -Chilló Rowlet- ¡¿Quienes os creéis que sois?!

— Mi nombre es Gible, alias "El Cerebro"

— Yo soy Gabite, alias "El Músculo"

— Y juntos somos "El Terror del Bosque Fairytale" -Concluyó Gible con aires de grandeza

— Si... Bueno, no tenemos tiempo para jugar a la mafia -Dije- Don Mudsdale está esperando a que le llevemos estás bayas, así que si no os importa...

Traté de pasar entre ellos, pero Gabite me cortó el paso con un pisotón mientras me miraba de forma espeluznante. No podía verme el rostro en ese momento, pero estoy seguro de que palidecí.
Retrocedí hasta colocarme junto a Rowlet.

—Esto es lo que va a pasar -Dijo Gible- Vais a darnos esas bayas y nos vamos a largar. Después iréis con ese payaso de Mudsdale y le vais a decir que os entró hambre y os las comisteis

— ¡No os vais a llevar estás bayas! -Gruñí

— ¿No? ¿Quién lo impedirá? ¿Tú? -Rió Gabite

— Si... -Comencé a gruñir. No podía controlarlo

— Finn, déjalo. No nos conviene meternos en problemas -Me dijo Rowlet preocupado

— Haz caso a tu amigo -Aconsejó Gible- Vamos a llevarnos estás bayas y...

— ¡OS VAIS A LLEVAR UN JAMÓN! -Grité

Pude sentir como me tensaba completamente y el pelaje de mi espalda se erizaba. Estaba furioso, tenía le necesidad de dejar salir toda esa furia. Sentía una especie de torbellino en mi interior. Un torbellino de ira y rabia que subía por mi garganta y finalmente salió. Salió en forma de un potente grito ronco y alto que lanzó por los aires a Gible y Gabite. Se estrellaron contra un árbol

— ¡Ha-hala! ¿Desde cuándo sabes usar Rugido, Finn? -Preguntó Rowlet con una mirada de admiración

— Creo que acabo de aprender... -Dije aún asimilando lo que acababa de pasar- Rápido, vámonos antes de que se levanten

Rowlet y yo cogimos la cesta y corrimos hasta donde nos esperaba Don Mudsdale.
Le explicamos todo lo sucedido entre jadeos, pues estábamos cansados por la carrera

— 'Tonces sois héroes. Y os merecéis una recompensa a la altura -Dijo Mudsdale orgulloso- Mudbray, tra' pa'ca un par de cajas con bayas

— Como mandes, pa' -Dijo Mudbray yendo al granero

— Oh, no es necesario, solo cumplíamos con nuestro deber -Nos excusé

— 'Enga, 'enga. No hay que ser tan modesto, chiquillo -Le quitó importancia Mudsdale- De to'as formas habéis si'o quienes más duro habéis trabajao'

— Entonces muchas gracias. Es usted muy amable, Don Mudsdale -Dije

— ¡Si, gracias! Seguro que mi mami se pone muy contenta cuando le lleve la caja de bayas -Exclamó Rowlet entusiasmado

Cuando Mudbray trajo las cajas de bayas, Oranguru las alzó con sus poderes psíquicos y volvimos al colegio. Sin embargo, el pobre anciano llegó agotado, así que se quedó descansado por orden de Comfey.
Rowlet y yo llevamos las cajas hasta casa con ayuda de Popplio y Litten, y cuando finalmente llegamos, nos despedimos.

Lurantis preparó una fantástica cena usando las bayas que había traído, y a la hora de dormir estaba tan agotado que caí dormido nada más tocar la cama.
¿Que clase de aventuras me esperaban mañana?

***

Corría todo lo que podía. Estaba agotado, no sabía que estaba pasando. Entre la oscuridad escuchaba como ellos se acercaban.
Tenía miedo, ganas de llorar y miedo...

Ellos estaban a punto de atraparme, por lo que me vi obligado a hacerlo. Con todo mi poder, abrí un portal en el cual me metí. Antes de desmayarme pude ver como uno de ellos intentaba atraparme

— Ha caído de lleno. El jefe se va a poner muy contento

La gema del ArcoirisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora