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Un pequeño castaño estaba sobre el pecho fuerte de su Alfa, mientras sus orejas de conejito yacían al intemperie y su colita esponjosa se movía en leves sacudidas.
— amo-or~ mí-ra-me~.– intentaba por todos los medios obtener la atención de su esposo, quien leía el periódico con sus lentes de marco azul.
— ¿Qué pasa cachorro?.– inquirió sin despegar la vista del papel.
— quiero que me mimes.– hace un tierno puchero y quita el periódico para que Levi vea esa linda trompita y se doblegue ante su dulzura.— ahora.
El mayor acarició sus cabellos y vuelve a centrar su atención en la lectura del periódico.— listo.
— Levi~.– se queja y siendo nuevamente ignorado, hace un berrinche y le quita ese pedazo de papel al contrario, quien suspira y vé como su conejito lo mira anhelante y también con los mofletes inflados.— dame mimos.
Eren está recurriendo al plan B; comenzar a moquear y acumular lagrimitas en esos bellos ojos esmeraldas.
— está bien, está bien.– responde derrotado.
— yeyyy!.
Se acurruca en su cuello y olfatea ese aroma a tierra mojada y un toque de menta.
Levi lo abraza y comienza a acariciar esas lindas orejas blancas.— pequeño tramposo.
