13. Curiosidad

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-Oye, ¿Cómo es tu príncipe heredero?-le pregunte a Bastian mientras íbamos solos por el camino

-¿Por qué quieres saberlo?

-Me voy a casar con él, me gustaría saber cosas sobre mi futuro marido

-Princesa, yo no le conozco personalmente.

-Tu opinión de él como gobernante me vale

-Es un buen líder, le seguiría a la batalla sin dudarlo. Las mujeres dicen que es atractivo, no pide cosas irracionales,... Creo que es un buen gobernante

Sonreí dulcemente a Bastian

-Eso es suficiente para mí, no me gustaría estar casada con un tirano

En ese momento Bastian puso sus dos manos en mis hombros

-Princesa... A partir de este momento hacer esto también está prohibido para cualquiera menos el príncipe Marius

-¿Qué? ¿Ahora qué he hecho mal?



Estábamos dormidos cuando sentí que algo me agarraba del tobillo y tiro de mí arrastrándome con rapidez. Chille y vi a Bastian levantarse de un salto y corriera a por mi

Lo que me tenia sujeto el tobillo me levanto, agradecí el consejo de Bastian de llevar pantalones bajo la falda. Delante de mi cara había un rostro de madera que me miraba desde el tronco de un árbol

-Dríade, estoy protegida por la reina de las hadas-dije. Las hadas detrás de mi estaban gritando lo mismo y la dríade se veía confundida. Ella era un espíritu de madera aferrado a la tierra. Además, estaba débil. Bastian me miraba y parecía pensar como cortar aquello que me sostenía en el aire-Dríade, te harán daño si no me bajas. Por favor, déjame en el suelo

La dríade me dejo lentamente en el suelo y la mire. Había magia oscura a su alrededor. Lo podía sentir

-¡Princesa! ¡Se encuentra bien!

-Si, ella necesita más ayuda que yo-mire a la dríade, ni siquiera podía hablar de lo débil que estaba- ¿Quién le ha hecho esto a un protector del bosque?

-Princesa, no podemos preocuparnos por ella, debemos centrarnos en nuestra misión

-Ignorar a alguien en problemas es lo peor, no serás popular con las mujeres si ignoras a la gente en apuros- di la vuelta alrededor del árbol de la dríade y luego lance mi magia curativa. Debía de haber algo que estaba causando esa debilidad. Lo encontré, entre las raíces del árbol, una vieja espada. Normalmente no sería un problema, pero había plomo en el metal que se estaba filtrando a la tierra y matando al árbol de la dríade sin que ella lo supiera. Como una maldición silenciosa.-Lo tengo

Abrí un agujero con la magia de la tierra y cogí la espada. Luego pude desintegrarla con un poco mas de magia y dispersarla por el bosque de forma que no fuera peligrosa para el bosque. La dríade me miro e hizo un gesto de gratitud antes de volver a parecer un árbol

-Sanaras con el tiempo, el envenenamiento aun no es mortal

-Princesa, ese es un interesante color de pelo-en ese momento me di cuenta de que mi capucha estaba caída y mi pelo azul a la vista de Bastian que lo miraba embelesado

La promesa azul [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora