La promesa azul [Terminada]

Epilogo. No trates de engañarme

Marius miraba a su esposa, con su pelo azul al viento, mientras cogía unas campanillas que sus hijos habían recogido para ella.

El primero nació nueve meses después de la boda, el segundo once meses más tarde. Nacieron en el mismo año. Su esposa beso sus mejillas y los niños se marcharon corriendo a donde tenían sus espadas de madera para jugar a que eran héroes y combatir con ellas. Ambos tenían el pelo azul de su madre, en distintos tonos

Clarisse se dio cuenta de que la estaban mirando y sonrió a su esposo mientras le saludaba con la mano. Él le devolvió el saludo mientras intentaba contenerse de decir "Mi esposa es la mujer más adorable del mundo"

-Hijo, tienes una cara de tonto que el líder de un país no debería de poner

-Lo siento, madre, pero ella es tan maravillosa que no me puedo contener

-Si es tan maravillosa, ¿Por qué aun no le has dicho que eres Bastian?

Marius se tenso

-Estoy esperando el momento adecuado

-Primero fue "Acaba de llegar, dejare que se adapte", luego "Esta embarazada, no puedo estresarla" y "Los niños son muy pequeños para ver a sus padres discutir". El menor ya tiene cinco años, date prisa y díselo antes de tener nietos

-No es tan sencillo...

-¿Qué es lo peor que podría hacerte?

-Madre, ahora estamos muy bien. Ella y yo nos amamos, aunque ella no sepa que yo soy Bastian, no quiero romper esta paz lanzando una piedra.

-Los niños pronto despertaran su habilidad, debes decírselo. Le dolerá si ve que los niños lo hacen y tú no se lo has dicho, podría divorciarse de ti por el enfado y la traición

-Yo... se lo diré esta noche

Marius me esperaba en nuestro dormitorio aquella noche y parecía nervioso

-Mi amor, ¿estas bien?

-Tengo que mostrarte algo- Su cuerpo brillo y se desdoblo. Vi a Bastian a su lado como pidiéndome perdón con los ojos-Yo soy Bastian, lamento no habértelo dicho antes

-Ya lo sabía- le sonreí- Siempre pensé que erais iguales y con el tiempo me di cuenta de que erais la misma persona. Te amo y comprendo que lo hiciste para proteger a tu reino. Saber que yo elegiría mi deber antes que mi corazón debió de ser una prueba para mí

-Lo fue, ¿Cómo?

-Sé la verdad desde hace mucho, lo que te cuento es lo que he deducido con el tiempo, mi amor. No pienses ni por un segundo que puedes ganarme o engañarme, siempre descubriré la verdad. Como ese cuarto secreto

Marius sonrió y se volvieron a juntar en uno solo

-Eres la mejor-y me beso