18. La falta de la princesa

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La princesa heredera del Imperio Ángel, Cristiana, estudio en el reino del Susurro. Como la futura esposa de mi hermano menor era su prima mis padres me instaron a tener una buena relación con ella pese a ser cuatro años menor.

A menudo iba a la mansión que le habían otorgado para poder tomar el té con ella. Además, ella era muy amable y cálida. Me gustaba estar hablando con ella.

Aquel día seria de los últimos que podríamos vernos en persona. El curso había terminado y la princesa volvería a casa un mes después. La mansión estaba vacía, a la princesa no le gustaba la gente, no le gustaban los ojos que habían enviado para espiarla

Solo mi doncella, Cristiana y yo. Ese día llovía mucho, por lo que el personal de la mansión estaba más ocupado protegiendo unas esculturas que habían venido del Imperio que dentro de la mansión.

Entonces ella empezó a quejarse de dolor en el vientre. Hasta el punto en que se derrumbo. Mi doncella y yo sabíamos magia curativa, así que intentamos ayudarla. Mi doncella la examino y puso una cara rara antes de levantarle la falda y pedirle que empujara. Yo no sabía nada, solo la tomaba de la mano y reducía su sensación de dolor.

No me imagine que mi criada sacaría, después de una hora de angustia, sin avisar a nadie, un bebe de debajo de la falda.

-¿Estabas embarazada?-le pregunte a ella con asombro

-Use magia para ocultarlo, ¿Por qué ha nacido con los colores de su padre?-dijo ella llorando. Mire al bebe y lo comprendí- Nos mataran por esos colores

Pelo plateado, los ojos, apenas abiertos, eran rojos. En el Imperio Ángel el pelo dorado y los ojos azules creían que eran símbolos de que descendían de los ángeles, pero lo opuesto, pelo plateado y ojos rojos, eran símbolos de la estirpe demoniaca. Según la ley del Imperio, sea quien sea la madre y el padre de un niño con una de esas dos características, los tres serán ejecutados.

Esa creencia se debía a que la familia real del Imperio de la Nieve, los enemigos declarados del Imperio Ángel, tenían el pelo plateado y los ojos rojos. El tercer príncipe del Imperio de la Nieve estudiaba a la vez que la princesa del Imperio Ángel en la academia. Él tampoco se había ido aun

-¿Puedes devolver su cuerpo a un estado de salud perfecta? ¿Borrar todos los rastros del embarazo?

-Si, princesa-dijo mi criada y empezó a trabajar.

La princesa se aferraba al bebe con fuerza mientras lloraba. Yo, tenía una solución, una buena solución. Pero alejaría a ese niño de su madre y de su padre, tal vez fuera lo mejor para él, vivir lejos de la familia real, y menos de las complicadas familias de los Imperios.

Revise mentalmente la lista de nobles que vivían en la capital hasta encontrar el nombre correcto en mi mente. Y vivían a veinte minutos de donde estábamos

-¿Fue consentido?-la princesa asintió con la cabeza, eso lo hacia una mejor solución para ella- ¿Sabe del bebe?

-Se va a casar en cuanto vuelva a casa-dijo ella con un hilo de voz mientras negaba con la cabeza- Rece para que tuviera ojos azules y cabello dorado.

-Cristiana, dame al bebe. Me ocupare de esto y tu padre no te ejecutara

-¡No dejare que lo lleves a un orfanato!-dijo ella en voz alta

-Confía en mi, Cristiana, no estará en un orfanato. Él estará bien-tarde mucho rato en convencerla, pero finalmente me dio al bebe. Nos marchamos de la mansión ocultando al niño y desaparecimos en la noche




-¿A dónde me quieres llevar?-una semana después Cristiana estaba mirándome mientras la llevaba en mi transporte

-A que veas algo hermoso, el hijo del primo de mi padre me ha invitado para enseñarme algo hermoso y quería compartirlo contigo

Nos abrió la puerta una criada y nos guiaron hasta una habitación. Mi pariente tenía un buen aspecto, y su esposa estaba radiante de felicidad mientras miraban algo en una cuna. Nos acercamos y vi la expresión de Cristiana al ver a su hijo.

-Fue un regalo de los dioses-decía mi pariente- Nosotros no podemos tener descendencia y la mansión está muy vigilada. Entonces oímos su llanto y estaba sobre nuestra cama con una nota que decía "Su madre le ama, pero es demasiado joven para ocuparse de él. Es de sangre noble y necesita un hogar, cuídenlo bien"

-Es imposible que alguien haya superado nuestras defensas-la nueva madre, del Imperio de la Nieve, tenía una sonrisa de oreja a oreja y su pelo plateado brillaba con fuerza- Es un regalo que cuidaremos toda nuestra vida

Tras salir de la mansión y estar en el carruaje Cristiana se derrumbo y se puso a llorar mientras no paraba de repetir

-Gracias, gracias...

Desde ese día todos los meses enviaba dos cartas al Imperio en una sola. La primera carta era para mi amiga de mi parte, la carta oculta hablaba sobre el bebe y como crecía rodeado de amor.

Esa fue la falta de la princesa, ese es el motivo, por el que ella me debía un favor

La promesa azul [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora