C I N C O

199 14 1
                                    

|| Antonella pov's||

Estaba tan enojada, habíamos tenido un momento tan tierno, lo besé, lo besé con tantas ganas como si el mundo dependiera de ello, porqué sabía que pronto volveríamos a lo de siempre así se ha vuelto todo, rutina.

Me recoste en la cama; hundiendo mi rostro en la almohada, oh, cuántas veces me ha consolado por cada pelea con Finn, cada vez que peleamos se siente como si fuese la primera vez, porqué duele tanto.
Estaba sollozando sin parar, pero oí un extraño sonido proveniente de la ventana.Levantándome me seque las lágrimas bruscamente, odio que me vean llorar.

Pero a diferencia de todas las veces él estaba aquí, no....no huía.

Me aleje de la ventana y choque con la puerta, era raro tenerlo aquí, Finn termino de abrir la ventana para poder entrar a mi habitación, lo que más me sorprendió es que tenía en una de sus manos unos girasoles.
No dijimos nada solo nos miramos por unos segundos, tal vez nuestros ojos hablando por nosotros.

--¿qué haces aquí, Finn?--le pregunté con el ceño fruncido, trate de ser dura pero no era fácil con esa mirada suplicante qué me estaba brindando.

--Bien...¡Siquiera sé cómo empezar? Dios no sabes, estoy cansado de ser una mierda contigo, con todos, no sé que me pasa quiero cambiar, no sabes cuanto, pero..no es facil-- note como sus hombros cayeron como si estuviera rindiendo y me dolía verlo así, pero a la vez me llenaba de tranquilidad porqué me iba a decir qué era todo aquello por lo cual había cambiado, dejaría de evitar el tema.

--Finn....yo...yo necesito saber qué te pasa-- Acerque mi mano a la de él con cuidado, como si fuese de porcelana.

En la habitación solo le escucho un suspiro pesado de Finn.

Finn se acercó lentamente acuno mi rostro en sus manos, parecía que tuviera miedo de qué fuese a desaparecer, sus ojos tenían un brillo precioso y en ese momento éramos uno solo.

--Perdoname-- Solto de repente.

--¿Por qué?-- le pregunte confundida.

Sus ojos se llenaron de angustia al igual qué su rostro, no estaba entendiendo nada pero era mejor no presionarlo.

--Solo perdóname-- Esa oración sonó como un sollozo a pesar de qué no estaba llorando.

--Te perdono, Finn.

No quise preguntar más, tenía miedo de qué si empezaba con mis preguntas él se fuera o se cerrará.

Y me besó, me besó con cuidado, como si me fuese a romper y juro qué sus labios saben a el cielo, aún no he probado el cielo pero estoy segura qué sabe a esto.

El corazón de mi latía muy rápido y me emocioné al pensar qué latia así por mi.

--¿Te quieres quedar?--  Pregunte en un susurro.

--Por favor.

Le di una sonrisa cómplice.

Me solté de su agarré para ir a buscar chocolate caliente a la cocina.

Me me volvió a tomar mientras me daba una mirada confusa.

--Ire por chocolate caliente.

--Esta bien-- Asintió mientras me soltaba.

Cuando llegué de nuevo a la habitación, Finn estaba acostado boca arriba en mi cama, seguro estaba sumido en sus pensamientos qué ni se dio cuenta qué había llegado, lo miraba detalladamente y ¡Cielos! Mi novio si qué es bonito.

Finn me descubrió mirándolo y me dio una sonrisa burlona.

--¿Te gustó o qué? --Dijo mientras le entregaba su chocolate caliente.

--Pues si, me has pillado.-- Reí.

Le di un besito en los labios.

Nos tomamos en chocolate caliente hablando un poco acerca de su carrera, no lo quería presionar mucho por si era eso lo qué le estresaba, yo no podía decir qué lo entendía, pues no era famosa.

Finn abrió sus brazos para mí.

--Ven acá.

Y juro qué la felicidad no me cabia en todo el cuerpo, siento qué voy a vomitar unicornios ¡qué cursi!

Lo abracé hasta qué mi cabeza quedara en su pecho, me gustaba oír sus latidos, Finn me brindaba un calor más qué carnal era algo de el alma, yo era de esa s personas qué creen en las almas gemelas y qué todo en esta vida es posible, y Finn, Finn es mi Alma gemela.

Se había creado un silencio tranquilizante, donde solo se escuchaba la respiración de ambos.

--Antonella.-- Me llamo Finn.

--¿Si?

--Te amo.

Y eso fue como canto de ángeles celestiales para mi.

--Yo también, Finn.

No promises||Finn Wolfhard.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora