Miraculous: Fictober 2018

Ladrón

Marinette estaba aburrida de que siempre que se descuidaba, un ladrón arrasaba con las galletas o croissant que dejaba en la mesa de su balcón, mientras iba por jugo.

Lo peor era que estaba segura que aquel ladrón, vestía de negro y tenía una rebelde cabellera rubia. ¡Si tan solo pudiera pillarlo con las manos en los croissants podría reclamarle! Pero no, él era tan sigiloso como un gato.

¡Como lo detestaba por ocasiones!

—Relájate Marinette —le pedía Tikki, bastante divertida—. Sabes que él no puede salirse de su dieta.

—¡Me vale! —protestó, cruzándose de brazos—. Si quiere comer galletas o croissant, pues que vaya a la tienda y compre como un cliente cualquiera.

—Su guardaespaldas no lo dejaría —le recordó, sintiendo pena por el chico bajo el traje de Chat Noir.

Marinette miró a su Kwami y decidió que era hora de darle una lección a su gatuno ladrón.

Como todas las tardes, colocó un plato con ricas galletas de chips de chocolate y bajó por su vaso de jugo, aunque realmente no bajó hasta la cocina, se quedó sentada en su cama esperando escuchar el...

—¡Auch! ¡Eso dolió!

Tras la queja, Marinette apareció de golpe en la azotea, sorprendiendo al adolorido superhéroe que con una mano en la mejilla cuidaba del dolor provocado por la galleta de plástico.

—¡Así quería agarrarte, ladrón de dulces!

—¡Marinette! —exclamó sorprendido, sintiendo que el dolor de sus muelas se había ido.

—¿Disfrutaste de mis meriendas? —fue avanzando hasta dejarlo acorralado—. ¿Crees que Nathalie no se dará cuenta?

A Chat Noir no le gustaba cuando Marinette se ponía en modo regaño, era como ver a Ladybug sin máscara y, a esa versión, él le tenía miedo... Así que, rápidamente, le pidió a Plagg que deshiciera la transformación, quedando como Adrien. El semblante de la chica cambió completamente cuando lo vio frente a ella y, cuando él sonrió, Marinette protestó.

—¡Odio que hagas eso! —gruñó, cruzándose de brazos— ¡Chat Noir es un tramposo!

Adrien aprovechó ese gesto para revisar en el plato si había galletas de verdad... ¡Y si las había! Las tomó y le pidió a Plagg que lo volviera a transformar.

—Adri... —cuando lo observó de nuevo, el superhéroe estaba frente a ella con galletas en sus manos y una sonrisa triunfante en los labios... — ¡Tú, Chat Noir, ladrón!

El rubio se acercó a ella tan rápido que Marinette reaccionó al ser besada cuando Chat Noir ya había lanzado su vara para alejarse de ahí...

¡Ese mendigo ladrón de dulces y besos, ya se iba a encontrar con Ladybug! ¡Y ahí quería ver si seguía de ladrón!