Capitulo 5

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Los chicos caminaron a casa de Jonathan. Marcos y Sabrina se iban a quedar un rato antes de irse al cementerio.
–Ma, ya llegamos–dijo Jonathan aventando su mochila. Los demás lo imitaron.
–Hola chicos, Jonathan te recuerdo que no puedes salir hoy, tienes que cuidar de Raúl y Alexia.
–Si mamá, le pedí ayuda a Carol, nos quedaremos a ver películas y comer dulces.
La mamá de Jonathan sonrió y negó con la cabeza.
–Tú si que no pierdes el tiempo hijo, solo cuídense no quiero más bebés corriendo por aquí.
Marcos y Sabrina empezaron a reír y Carolina y Jonathan se sonrojaron.
–¡Mamá!
Después de ese vergonzoso momento los cuatro estuvieron en el cuarto de Jonathan platicando y comiendo papas.
A las 7 de la noche, los cuatro bajaron.
–Dude, ¿podemos dejar nuestras cosas aquí?
–Claro Dude, de hecho aquí vamos a estar toda la noche, si salen antes vengan para acá–dijo Jonathan con un tono de voz muy serio, lo cual era raro porque el siempre se la pasaba bromeando.
Jonathan y Carolina acompañaron a los chicos a la puerta, los dos primeros con expresiones extrañamente serias.
–Nos vamos.
–Sabri no vayan–dijo Carol viendo a su amiga a los ojos.
–Dude, no se arriesguen, les puede pasar algo.
–No nos va a pasar nada Johnny, lo prometemos.
–Si les pasa algo los mato—dijo el con una sonrisa.
–Lo juramos Johnny.
–Los quiero chicos–dijo Carol abrazando a Marcos.
Jonathan abrazo a Sabrina y le dio un beso en la frente.
–Eres mi mejor amiga–dijo Carol cuando abrazo a Sabrina.
–Tú también lo eres, te quiero.
Jonathan abrazo a Marcos, algo realmente extraño porque ellos no solían hacerlo.
–Nos vemos después dude.
–No se les olvide que tienen que hablar con nosotros durante todo el recorrido.
–Nos vemos el lunes bebés.
Marcos y Sabrina se abrazaron y empezaron a alejarse de la casa de su amigo.
Unos pasos después voltearon y vieron a sus amigos aún parados afuera de la puerta y agitaron sus manos en señal de de despedida. Ellos regresaron el gesto y todos rieron.

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