Comerme la sopa de letras con el diccionario en la mano, para no cometer ninguna errata, mientras busco tu nombre en el plato, tu precioso nombre.
Buscar en tu espalda la fecha de caducidad escrita en el dorso, saboreando todos los gustos posibles mientras la beso. Conscientes de que no existe una fecha de caducidad en nuestro amor.
Sazonar todas nuestras comidas con la sal de mis lágrimas, esas de felicidad que ruedan por mi cara con solo pensarte o de verte.
Abrazarme fuertemente a ti, por temor a dar un paso y caerme por el borde de este planeta de ilusión.
Estarme horas y horas mirándome en el espejo del mar, tratando de verte reflejado en mis ojos. Y por fin sonreir ante la preciosidad de tu rostro iluminado con esa sonrisa que tanto me gusta.
Caminar por las calles hacia atrás, para intentar regresar siempre al mismo lugar, donde te vi la primera vez y volver a conocerte mil veces. Y estar todos los días contigo. Juntos para siempre.
Hacerme pequeño, muy pequeño, para poder esconderme en el bolsillo de tu camisa y sentir tu corazón, grande y perfecto que hace latir en uno solo, pues nuestros corazones han sido fusionados en uno.
Meter a la noche en la lavadora y lavarla con agua muy caliente, hasta que encogiera al tamaño de tu cama.
Planchar tu ropa dibujando corazones, para llenarla de tanto amor, que te sirva de escudo ante cualquier pena o pensamiento que te haga desanimarte.
Perfumar al viento con tu olor, para que me envuelva tu presencia siempre y en cualquier lugar.
Escribir en las nubes de tu cielo mi nombre, para que cuando mires hacia arriba me pienses.
Buscar ese trébol de cuatro hojas que esconden los duendes de mi bosque, para tu suerte y la mía.
Aprender todos los idiomas del mundo, para decirte, como el eco de las simas, te quiero, te quiero...
Todo esto y mil tonterías mas, porque esta enfermedad del amor, tiene unos síntomas incurables, sin mas antídoto conocido que inyecciones de pasión y ternura que hacen mas llevadera la convalecencia. Por que tú eres mi luz, mi rostro, eres todo lo que necesito par seguir viviendo. Con tu sonrisa me enamoras, y al verte, todo el tiempo se detiene para observarte. Porque me gustas, y porque estoy enamorado de ti.
PD: He vuelto a soñar contigo. Y esta noche volveré a hacer lo mismo
SOÑARÉ Y VIVIRÉ CONTIGO. TE QUIERO.
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Porque me enamoré de ti
JugendliteraturEl 8 como número del destino. Nació el 8 de Agosto del 2014.