Especial 100k

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Crístal mira detenidamente la calabaza tiene en frente. Mierda, le ha salido la boca torcida.

— ¿Te ha hecho algo la pobre calabaza? - dice Nelly con el cuchillo en la mano.

— ¿Existir puede ser?

— Oh, pues yo la veo terrorífica - dice Silvia terminando de poner los cuernos a la suya.

Las chicas la miran ladeando la cabeza. ¿Eso que tiene en los ojos son pestañas postizas?

— Comparada con la tuya cualquiera lo parece - ríe Celia mientras toca las pestañas de la calabaza.

Crístal niega con la cabeza y se vuelve a centrar en su calabaza esperando que la boca se coloque en su sitio. Después hecha un vistazo a la de Silvia y se encoge de hombros. Tampoco está tan mal.

— Espero que los chicos están llegando ya. Necesitamos que cuelguen las telarañas - Celia las saca enrredandose con ellas en el proceso.

— ¿Y si mejor las dejamos? Digo, no vaya a ser que vengan arañas de verdad y... - Crístal deja la frase en el aire.

Sus manos tiemblan y retrocede unos cuantos pasos.

— Ey, ¿por qué me miráis así? Ni que tuviera alguna enfermedad contagiosa o algo.

— Celia, no te muevas - Nelly intenta mantener los nervios bajo control - y menos te asustes. Tienes una arañita en la tela.

Celia sueltó un suspiro y pone los ojos en blanco. Sus amigas podían llegar a ser unas dramáticas de cuidado cuando se trataban de bichos. Una vez, cuando fueron con el equipo a hacer un picnic en el campo, acabaron lanzando cuchillos para matar a una pobre pabosa que se había colado en el mantel. También recuerdaba que tuvieron que llevar a Todd al hospital después de que uno de esos cuchillos le hubiera pasado muy cerca y se hubiera desmayado del susto.

— Oh, chicas no pasa nada. Los animales tiene que vi... - miró a la araña que no tenia nada de arañita con los ojos como platos. Esa cosa era más grande que su mano - oh, Dios, oh, Dios. ¡Quitarme está cosa de encima!

La peli azul hechó a correr hacia Crístal. Esta lo único que pudo hacer es gritar y correr por todos lados de la casas mientras intentaba quitársela de encima. Desde que era pequeña siempre le habían dado pánico las arañas y cada vez que veía una le daba un ataque de pánico. Cuando se ponía así, era mejor correr.

Crístal siguió corriendo topando con cualquier cosa que se encontrará en su camino. La sangre falsa se derramó por el sueño salpicando las camisetas y faldas de las chicas. Nelly puso cara de horror y comenzó a gritar intentando parar a las dos, pero se resbaló con la sangre, poniéndose perdida y aumentando su mal humor. Silvia mientras tanto intentaba mantener la calma, hasta que Celia cambió de dirección y fue directa a ella en busca de ayuda.
Silvia imitó a Crístal, corriendo sin cesar por el pequeño local que el ayuntamiento les había dejado para hacer el pasaje de terror.

— Celia, dejame dejame - repetía una y otra vez Silvia mientras apartaba la mesa de los aperitivos con fuerza, haciendo que el ponche y las golosinas salieran disparadas.

— ¡No! ¡La comida no! - gritó Nelly desde el suelo esperando que las galletas de dedos, las bolas de chocolate con forma de ojos viscosos y las chuches sangrientas volvieran a su sitio.

— ¡Deja de seguir Celia! - grito Crístal mirando hacia atrás.

Sin darse cuenta de lo que tenía delante, amentó la velocidad dándose de bruces con la pared de enfrente. Cayó a plomo al suelo mientras Nelly se reía, desde el suelo, de su amiga.

Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora