Mil Sueños Por Cumplir (Inazuma Eleven)

Cap.52

El silencio se hace en nuestro banquillo. Mantengo mi mirada fija en el entrenador.

— ¿Cómo lo sabe?

— Tu tío ha llamado esta mañana para darte de baja en el instituto - dice sin emoción alguna.

— Como no... - digo entredientes.

— ¿Qué significa todo esto Crístal?  - dice Mark.

Le miro de reojo y bajo la cabeza.

— No quería decíroslo hasta que no estuviera confirmado, pero parece ser que si - suelto una carcajada amarga - me van a meter en un internado.

— ¿En un internado? - dice Jude detrás mia - ¿Otra vez?

— ¿Ya te han amenazado con eso? - dice Nathan a mi lado.

— Digamos que a mi tiastra no le gusta tenerme pululando por MI casa - me encojo de hombros - Parece que esta vez es en serio, ya no hay nada que hacer.

Una mano agarra la mía con fuerza. Desvío mi mirada hacia Axel que tiene una sonrisa triste en la cara.

— ¿Y de verdad crees que vamos a dejar que te vayas? - dice mirando hacia los demás.

Los demás asienten.

— Chicos...

— ¡Bueno, ahora a ganar el partido y directos a la final! - grita Mark.

***

— Para idiota - digo entre risas.

Jude no ha parado de hacer tonterías durante todo el camino a su casa. Hemos ganado el partido y nos hemos ido todos juntos a celebrarlo a la caseta del club, pero como no cabíamos vamos directos a casa de Jude. Axel se ha quedado en el hospital prometiendo ir en cuanto le contara a su hermana que habíamos ganado.

— Me estoy replanteando si este chico es normal - dice Nathan negando con la cabeza.

De pronto Mark sale volando hacia delante. Salto encima de Nathan y Jude que me cogen los dos en volandas.

— Jack... - dice tirado en el suelo - deja de meterme barrigazos.

Abro la boca y la vuelvo a cerrar. ¿En... en serio le ha dado con la barriga?

— ¡Jack que te cargas al capitán! - dice Kevin ayudándole a levantar.

— Perdón - dice Jack rascándose la nuca.

— Me estoy replanteando en llevaros a mi casa - susurra Jude negando con la cabeza.

***

Axel llega a casa de Crístal antes de lo previsto. Llama a la puerta y se seca el sudor de las manos. La puerta se abre y un hombre corpulento y con cara de pocos amigos abre la puerta.

— Hola chico, ¿que quieres?

— He venido a hablar con usted - dice Axel travandose - es sobre Crístal... Yo esto... Quería pedirle que le dejara jugar por lo menos la final. Sé que no me conoce, y que a lo mejor no acepte mi petición, pero para Crístal es muy importante el futbol y yo... quiero jugar con ella la final... y esto yo...

— Déjalo jovencito, creo que esto no se te da demasido bien. La decisión está tomada - dice con intención de cerrar la puerta.

— ¡No! Por favor, Crístal no se merece esto. Ha hecho todo lo posible por ayudar al equipo, al fútbol y sobretodo a mi. No voy a marcharme de aqui hasta que consiga convencerle. La quiero demasiado para dejarlo ahora.

Termina de hablar y el señor Selius se atusa el bigote. Después de un largo rato acaba sonriendo.

— Debes de ser Axel - el chico abre los ojos de par en par - Mi pequeña no para de repetir tu nombre en sueños y cuando le preguntas se pone roja - suelta una carcajada - Está bien dejaré que juegue esa final si tan importante es, pero con una condición - Axel asiente rápidamente - que tu la protejas durante este tiempo que le queda aquí.

Axel abre la boca. Así que es por eso...

***
Llego a casa demasiado cansada. Entre Mark y Axel se han turnado en llevarme a caballito. Ninguno me ha dejado volverme sola y ahora voy medio dormida en el hombro de Axel mientras me da besitos en el cuello. Mark lleva mi mochila mientras le cuenta lo ilusionado que está con la final. Axel me remueve despacito.

— Cariño, ¿tienes llaves?

Niego con la cabeza y me escondo más en su cuello. Mark llama al timbre y mi tío nos abre.

— Viene me dio dormida - oigo decir a Axel.

— Pasar, pasar.

Mi tío majo, que novedad.

— Deja la bolsa en el armario por favor muchacho y a mi sobrina en su cama que debe de pesar mucho - dice soltando una carcajada.

— No phdbakd tjdksvdk - digo sin que se me entienda.

— Ha dicho que no pesa tanto - dice Axel dándome un besito en la mejilla.

Dios ¿os he dicho lo mucho que me encanta?

— Desde pequeña ha pesado mucho. Doy fe - dice entre carcajadas.

— Que phsjd me qhdkdh - vuelvo a decir.

— Ha dicho que que poco la quieres - dice soltando un pequeña carcajada - creo que me la voy a llevar arriba.

Asiento sobre su cuello.

— ¿Quieres que te ayude? - dice Mark un poco tenso. Sí mi tío da mucho miedo, aunque a Axel se le ve muy relajado.

Raro, muy raro...

— Stop - digo levantando la cabeza a regañadientes - ¿Por qué no estas asusto? - digo mirándole con los ojos entrecerrados por el sueño.

— Porque tu tío es muy majo - dice acariciandome el pelo.

— No, mi tío no es majo mi tío da miedo.

— Gracias - dice sarcástico el susodicho - ¿Se lo vas a decir tu?

— Como veas - dice Axel.

— ¿Y se lo puedo decir yo? - dice ilusionado Mark.

— ¿Y tú como lo sabes? - dicen los dos hombres de mi vida a la vez

— ¿Alguien me quiere explicar que pasa? - digo enroscando mis piernas con más fuerza a la cintura de Axel para no caerme.

Me lanza una mirada fugaz y noto como sus pupilas se dilatan. Trago saliva con fuerza y no dejo de mirarle.
— Digamos que mi caída no ha sido en vano - dice Mark llevándose la mano a un brazo.

— ¿Lo sabías?

— Eres muy cantoso cuando quieres - dice encogiendose de hombros.

— ¿Alguien me lo quiere explicar de una vez?

— Axel vino por la tarde a casa y me pidió que te dejara jugar la final. No me pude resistir y acepté, ya sé porque te gusta tanto - dice obvio.

Abro mucho los ojos y parpadeo varias veces mirándole. ¿De verdad ha hecho eso? Le abrazo con todas mis fuerzas mientras las lágrimas se escapan sin control de mis ojos.

— Eres demasiado bueno como para merecerte - digo dejándole un beso en los labios a pesar de que Mark y mi tío esté delante. Porque de eso se trata el amor, de demostrarlo cada día sin importar nada.

***

— Se va un día después del partido, comandante.

El hombre asiente sentado en su alta silla.

— Espero que no te hayas olvidado de tu misión - dice mirando al muchacho.

— Claro que no, nunca se me olvidaría -dice poniéndose la mano en el corazón.

— Bien, eso espero - dice sonriendo diabolicamente.

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-3. Espero que os guste, besoooos.