Capítulo 2.1 El bosque de las lagrimas

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Hace algunos años la caza había perdido muchos adeptos, cada vez más personas se rehusaban a entrar al bosque, pues lo veían como algo innecesario y totalmente peligroso.

Los que lo hacían; cazaban durante ciertas temporadas ya que en tiempos lluviosos o de invierno los animales se escondían, lo cual dificultaba mucho el trabajo por hacer, pero había otros que simplemente buscaban algo de adrenalina y contemplar si las leyendas del bosque eran ciertas.

En aquella época Eilís estaba por cumplir catorce años.

Como de costumbre solía escapar al bosque y regresar a casa después de algunas horas.

Cierto día llegó a casa durante la tarde, después de que llegara el atardecer.

Para nada esperaba que su tío estuviera en casa por lo que entró sin cuidado alguno.

Brus estaba sentado en el comedor esperándola.

Este no dijo nada, se limitó a verla con el ceño fruncido. Tenía los brazos cruzados y una ceja arqueada, su sobrina sabía que habría problemas.

-Tío... Hola- Dijo Eilís mientras daba pasos lentos.

-¿No deberías estar en casa de Hazel hasta que fuera por ti?-

-¿No deberías estar ahora mismo en el trabajo?- Replicó ella.

-Debería... Así como tú, justamente sospeché que te volverías a escapar, así que hoy cerré temprano el bar para ver hasta qué horas te dignabas a llegar a casa-

-¡Tío! Es la misma charla de siempre, me aburro en casa y en el bar, no soporto a Hazel ni a sus nietos, no dejan a Keitha salir por mucho tiempo y sabes que soy mayor para tener una niñera- Decía con un tono exasperado mientras agitaba sus manos.

-Ah... ¡Eilís!- Brus intentó hablar, pero ella fue a su habitación sin prestarle atención.

Él sólo pudo dar un suspiro mientras aquella azotaba la puerta de su habitación.

Se preguntaba por qué era tan difícil hacerla entender que el bosque era un lugar peligroso. Ella siempre regresaba a salvo, pero temía que algún día no fuera así.

Unas horas más tarde, durante la noche tocó a la puerta de Eilís.

-Hey...- Dijo él.

-...- Estaba recostada en su cama, abrazaba la almohada. Le estaba ignorando.

-¿Estás durmiendo?- Hablaba pegado a la puerta.

-...- Ella no emitía ningún sonido aunque claramente estaba despierta.

-Sabes, ya es otro día, ¿Podrías dejar tu mal humor en el ayer?-

-...- Se tapaba los oídos para no escucharle.

-Bueno, la verdad es que hoy es un día muy especial, y si no me abres la puerta no puedo darte este maravilloso obsequio que he traído para ti-

Eilís miró a la puerta por unos segundos.

Aún sin decir nada se levantó y abrió.

-Feliz cumpleaños...- Brus alzó su regalo.

-¿Ah?...- La chica con una cara de sorpresa vio preguntándose por qué le daría algo así.

-Es tuyo, tómalo-

-¿Qué significa esto tío?- Lo tomó incredula. En el fondo creía que era una broma.

-Es un rifle, ¿Te gusta?-

-Sí, sí, sé que es un rifle... Mi pregunta se refiere a ¿Por qué un rifle?-

THE HOWL OF THE WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora