Capítulo 5.1 El día en que todo cambiaría

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Hace cuarenta y ocho años, cuando Alastar Lyons tenía tan sólo diez, Irlanda, comenzaba a pasar por malos momentos al igual que el joven Lyons de aquel entonces.

Sus padres habían sufrido un accidente en barco el cual provocó la muerte de ambos en ese mismo año, 1832.

Alastar quien había nacido en los barrios bajos de Dublín quedó a cargo de sus abuelos paternos.

Realmente él vivía ya con ellos, pues sus padres solían viajar mucho de país en país ayudando a las personas ya que estos eran médicos que buscaban hacer un labor social con su altruismo.

Contrario a lo que se podría creer, Alastar, jamás pudo llevar una vida lejos de los barrios bajos.

Debido a los continuos viajes de sus padres estos estaban continuamente endeudados, imposibilitándole tener más oportunidades en otro lugar o en la misma capital.

Sus abuelos, Glenda y Caith, eran muy ancianos, a duras penas podían trabajar para llevarse algo a la boca.

El pequeño Alastar siempre trataba de hacer lo mayor posible para aligerar la carga de trabajo de aquellos pero por más que se esforzaba siempre hacía falta algo.

Ahora no solamente tenían que cubrir sus gastos, tras la muerte de sus padres también tenían que pagar las deudas que dejaron.

Era un niño sin embargo, aquellos problemas lo abrumaban tanto como a los adultos.

Muchas veces tomó trabajos difíciles y pesados para un niño, todo por una paga miserable y aun con ello lo poco que juntaba era para comprarles pan dulce a sus abuelos, el cual siempre solían comer mientras le contaban historias; Leyendas sobre la antigua Irlanda.

Alguna vez le contaron sobre un ser fantástico llamado Cat Sith. Anhelaba con poder encontrar a uno algún día, jamás se imaginó que existían los seres sobrenaturales.

Aquellos pensamientos infantiles nunca opacaron su madurez y buenos valores inculcados por sus abuelos.

Cada día al salir de casa y caminar por las calles de su barrio veía las casas decadentes caer poco a poco.

Muchos niños huérfanos andaban por los callejones buscando comida, en ocasiones llegaban personas de otros lugares a llevarse a jóvenes que residían en el barrio y nunca más se les volvía a ver.

Aquello hizo que quisiera ayudar a esa gente más no sabía cómo podría hacerlo.

Años después sus abuelos murieron por la vejez, dejándolo completamente solo y con la necesidad de encontrar alguna forma de pagar las deudas de sus padres.

No podía con todo.

En repetidas ocasiones se resistió a pagar porque se quedaría sin nada para comer pero a aquellos ricachones que se aprovechaban de la gente pobre prestándoles dinero con altos intereses no les importaba eso en lo absoluto.

Los cobradores lo apaleaban cuando no quería pagar, no conformes con eso también solían destrozar algunas cosas de su pequeño hogar el cual era alquilado.

El dueño enfadado por los alborotos constantes y los múltiples destrozos; echó al joven, de igual manera sabía que tarde o temprano no tendría suficiente dinero para seguir pagando.

Alastar vivió en las calles por un tiempo.

Perdió el camino y se hundió en la desesperación. Se preguntaba qué había hecho para merecer tanto mal.

Su necesidad de dinero lo obligó a estar cerca de quienes no debía; Una pandilla de ladrones.

Aún tenía que pagar y por supuesto tenía que comer.

THE HOWL OF THE WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora