Capítulo 7.5 Amor

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Tiempo atrás hubo una época en que Brus se vio muy presionado por mantener el bar a flote por lo que no tenía el tiempo suficiente para cuidar de su sobrina. Esta estaba constantemente en manos de cuidadoras y aunque no todas eran tan malas como Hazel sí solían ser muy descuidadas. En particular La Sra. Silva quien era la que cuidaba de ella aquel día.

Eilís tenía seis años y ya comenzaba a escapar de las niñeras pero la última vez que lo hizo su tío se dio cuenta y la regañó. Sin embargo, eso no evitaría que volviese a escapar, pues ahora sí encontraría una forma de que nadie se diese cuenta o eso pensaba.

La señora Silva solía hacer la comida en horarios muy específicos, durante la mañana, tarde y noche.

En aquellos momentos estaba tan distraída cocinando que nunca se daba cuenta de lo que hacía, así que Eilís decidió escapar un día durante la mañana.

Pensando a donde ir para que su tío no la viese, caminó a las afueras del pueblo, recordando así que la Sra. Silva le hablaba del bosque todo el tiempo. Realmente nunca prestaba atención, pero no recordaba haber entrado al bosque antes y comenzó a darle curiosidad.

Conforme se adentraba iba mirando diversas flores que llamaban su atención, cada una más colorida que la otra, y los árboles eran muy grandes. También pudo ver diversos animales que por supuesto no había visto jamás.

Se emocionaba sin darse cuenta de que se estaba alejando mucho del pueblo.

La pequeña siguió a las mariposas y después persiguió a las liebres hasta que finalmente se percató de que no recordaba como regresar.

En ese instante no se preocupó en lo absoluto, pensaba que su tío seguramente la encontraría.

Siguió jugando, adentrándose aún más en el denso bosque.

Algún par de horas más tarde su estómago empezaba a sentir hambre. Estaba preocupándose, entonces caminó tratando de regresar.

En un momento, unas flores cercanas a un río la distrajeron.

Ella se acercó a estas y las arrancó para hacer un ramo que llevaría a su tío para que no le regañase por haberse escapado otra vez.

Escuchó un ruido proveniente de unos arbustos.

Dio una mirada rápida allá.

Vio como salía corriendo hacia ella un lobo y seguido de este; otros dos.

Eilís muy asustada sin saber que eran exactamente corrió del lado contrario de donde el río baja dejando caer su ramo sintiendo su vida amenazada.

Intentaba subir para perderse entre los árboles pero uno de los lobos la alcanzó.

Aquel mordió su vestido y la arrastró bruscamente para que no huyera. Mientras la jalaba los otros lobos hicieron que la dejara atacándolo.

La niña sólo comenzó a llorar en silencio mientras se encontraba con las piernas y los brazos encogidos sobre el pecho, y la cabeza entre las manos.

Escuchaba como los lobos peleaban. La estaban salpicando de sangre, estaban muy cerca de ella.

Los cuatro lobos habían tenido un pleito muy fuerte antes de ir por ella.

Alan, Orra y Damon no soportaban más a Sebastián pero tampoco se soportaban entre ellos.

Habían estado matando humanos juntos desde hace tiempo sin ningún problema, sin embargo, los celos y envidia por cosas que pasaban dentro de la manada colmaron la paciencia de todos iniciando una pelea.

Alan, siendo el primero en atacar a Eilís sufrió de una gran desventaja al estar con la guardia baja, por lo que su hermana Orra no dudó en atacarlo.

THE HOWL OF THE WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora