Capítulo 7.1 Mar de recuerdos

2 0 0
                                    

Hace casi treintaidós años, el pueblo de Lacrimae, solía estar lleno de cazadores. Ellos entraban constantemente al bosque y muchos de estos eran consientes de la existencia de los Bleidd-ddyns. Sin temor a decirlo y a contar sus anécdotas, aquellos esparcían este saber en todo el pueblo.

Bastante gente creía y otros tantos no, pero durante esta época era más que evidente la desaparición de personas al entrar al bosque. Sólo los cazadores y algunos cuantos incautos entraban a sabiendas de que era un lugar peligroso.

Sin embargo, en una ocasión un grupo de cazadores expertos y novatos entraron al bosque en busca de Bleidd-ddyns. La finalidad de esto era "Hacer un bien al pueblo".

En aquel entonces Hazel y Dezmond eran los alfas de la manada de los de sangre.

La manada estaba asentada en un lugar diferente al que sería en épocas futuras. Estaban relativamente más cerca del pueblo y eso les provocaba riñas diarias con cazadores.

Ese día no sería olvidado por ellos.

Un grupo de cien cazadores se dirigió al lugar en que residía la manada.

Las antiguas historias sobre estos seres sobrenaturales decían que eran débiles a la plata y eso era cierto, ellos que les enfrentaban constantemente; lo sabían.

Con sus armas bien equipadas llegaron disparando a diestra y siniestra, creando un alboroto dentro de la manada.

Todos corrían atemorizados al saber que podrían ser alcanzados por la plata. La mayoría de Bleidd-ddyns de la manada eran jóvenes y niños que perdían el control fácilmente, dejando que los adultos se encargaran de aquel problema mientras ellos huían.

Al principio, cuando todo era calma, un pequeño e inocente Wynford se encontraba al lado de su hermano mayor, su madre y padre.

Todos reposaban después de la merienda, fue cuando de pronto se escuchó el primer disparo.

Nadie esperaba un ataque directo a la manada.

Tras escuchar los disparos los padres de Wynford, Iorweth y Paisley, fueron rápidamente a buscar a Hazel, dejando a sus hijos.

Pese a que les dijeron que se fueran junto a los demás jóvenes estos de manera terca corrieron al lado de sus padres, siguiéndolos hasta llegar con la alfa.

Ella estaba apurando a unos jovencitos para que se fueran y se llevaran con ellos a su hija Kaelin pero se detuvo cuando vio que su hermana estaba allí.

-¡Hazel! ¿Qué está pasando?- Preguntó Paisley.

-Son cazadores, un grupo de cazadores que ha venido a atacarnos, tenemos que sacar a los jóvenes y a los niños de aquí- Estaba alterada al igual que todos los demás.

El peligro era inminente.

-Nosotros ayudaremos, Dezmond y tú deben irse, no pueden morir aquí- La sostenía de los hombros.

-Él, ha dicho que no dejará la manada, ha ido a allá sin siquiera pensarlo-

-Entonces iremos a ayudarlo, por favor Hazel cuida de Wynford y Sai-

Paisley e Iorweth se fueron sin despedirse de sus hijos.

-¡Mamá! ¡Papá!- Corrió detrás de ellos.

-¡Wynford no te vayas!- Gritó Sai.

Fue detrás de él.

-¡Muchachos! ¡Regresen!- Hazel gritaba mientras los veía alejarse.

Se escuchaban gruñidos, gritos y balas rebotando por todas partes.

El ruido era tan fuerte que llegaba a las cercanías del pueblo, donde gente que pasaba por ahí escuchaba con incredulidad.

THE HOWL OF THE WOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora