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—Creo que últimamente estás saliendo mucho. Debemos hablar de tu libertad. —señala Shuzo estancado en el umbral de mi puerta.

Miro alrededor buscando mi otro converse.

—¡Mejor ayúdame a buscar mi zapato! Seijuro llegará en cualquier momento... —me lanzo debajo de mi cama a buscarlo.

—Debo confesarte que el que salgas todo el tiempo con Akashi me está asustando. Si ustedes tienen una relación, puedes confesármelo. ¡Soy tu hermano mayor! ¿No? —se altera. Ruedo los ojos desde mi lugar y encuentro mi zapato.

—¡Lo tengo!

Salgo de mi cama y me lo pongo rápidamente, no hizo falta ver la hora; justo en ese instante sonó el timbre de la casa. Shuzo suspiró y bajó él mismo a recibir a Seijuro. Yo aprovecho para ponerme un poco de perfume y luego huir a la planta baja.

—¡Estoy lista! ¡Lamento la tardanza! —llego rápidamente junto al pelirrojo y lo saludo de beso en la mejilla. Shuzo chasquea la lengua.

—Si me entero que le metes mano a mi hermana en plena película, no te la acabarás conmigo. —amenaza. Me sonrojo de golpe.

—¡Shuzo!

—No te preocupes Nijimura, si te hace estar más tranquilo nos acompañará un amigo más de Nao. —dice el pelirrojo neutro. Shuzo asiente.

—No me tranquiliza saber que son dos chicos en el cine con mi hermana, pero bueno. Sé que ella sabe kárate no por nada fuimos cinta negra. ¿Verdad? —alborota mi cabello.

—Así que kárate. —Seijuro me mira interesado. Me sonrojo un poco más.

—Ya vámonos. —tomo la muñeca de Seijuro y lo arrastro conmigo. —¡Llego al rato!

—¡Temprano en casa, Naomi! —grita Shuzo.

Suspiro al final de la calle y camino lentamente a lado del pelirrojo, no parecía querer hablar.

—Sabes kárate pero dejaste que Haizaki metiera la mano bajo tu falda. —rompe el silencio. Dejo de caminar y lo miro incrédula.

—¿Disculpa?

—Y eso sólo me guía a dos respuestas coherentes. Quisiera saber cuál de ellas me dirás. —su mirada era fría, estaba molesto.

Pero no más que yo.

—¿Estás insinuando que dejé que Haizaki me acosara por voluntad propia? —aclaro. Quería escuchar su respuesta.

—¿No es así?

Una sensación que nunca había sentido en mi vida recorrió mis venas, podía ser Akashi Seijuro pero a mi nadie viene y me dice que soy una dejada, indirectamente.

—¿Sabes? Hay ciertas cosas que te hace falta aprender. —toco su pecho con mi índice. —Y es que sueles ser un imbécil con las palabras.

Frunció el ceño ante mi insulto.

—No me agrada que seas tan vulgar.

—Pues vete por donde llegaste, porque a mí no me agrada que vengas e insinúes tonterías. —me doy la vuelta y comienzo a caminar de nuevo.

—Naomi. —su voz fue demandante pero no me regresé. Su mano se engarrota en mi muñeca y me obligó a girarme.

Esa mirada.

—Sei...

—Nunca más vuelvas a darme la espalda. —aprovecha que sigue agarrándome para pegarme a su cuerpo. —Y no te molestes, no creo que te dejaras tocar por Haizaki a voluntad propia.

𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora