𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|

28

Ha pasado cerca de veinte minutos en completo silencio, Seijuro mantenía la mirada perdida en la pared de frente pensando en lo que le comenté tan solo hace un poco. En cambio, yo jugaba con mis dedos nerviosa, sabía que Seijuro seguía en ese lugar porque él quería, bajo medicamento y condiciones de su padre podría volver a salir al exterior, pero no era lo que él quería. Aún tenía miedo.

—Lo siento, no puedo hacerlo. —niega Seijuro por fin pero sin siquiera mirarme.

—Seijuro, no puedes abandonar a tus compañeros... ellos te necesitan.

—La última vez que estuvimos todos juntos, les fallé. —explica sus temores por fin dirigiendo su mirada escarlata impotente. — No soy un buen líder, no soy buen capitán... lo mejor será que busquen a alguien más. No quiero hacerlo.

—No me vengas con esas cosas... —me acerco a él y tomo asiento en el mismo sillón a su lado. —Ellos son los que te quieren de vuelta, Seijuro. Deja de buscar excusas...

—No puedo, Naomi... —su voz se quiebra. —No quiero jugar contra ellos.

—¿Por qué no?

El labio inferior de Akashi tiembla. No era fácil expresar tus peores miedos frente a alguien tan importante. Al final respiró profundo. —Es un equipo fuerte.

—Lo es. —admito tomando su mano y entrelazando nuestros dedos. Seijuro desvió la mirada, avergonzado.

—Es probable que si quiero ganar, deba de traerlo a él de vuelta... —explica con todo el pesar encima. Sentí perder el aliento, ahora entendía todo. —No puedo hacerlo, no puedo dejarte con él...

Aprieto el agarre de nuestras mano con una pequeña sonrisa en su rostro. —Ya no le tengo miedo, no permitiré que nos haga daño de nuevo. ¿De acuerdo? —Akashi niega, no estaba dispuesto a aceptarlo.

—Lo siento, Naomi. No te perderé de nuevo. —alza su mano libre y acaricia mi mejilla. —Eres lo único importante en mi vida, sin ti... probablemente querría morirme otra vez.

Me inclino y beso su frente, Seijuro cierra sus ojos ante ese gesto tierno. Era la única que podía entenderlo, tomarlo en serio, quererlo, amarlo y tocarlo de esa manera aún después de saber que era un monstruo. No, no perdería lo mejor que tenía en su vida.

Seijuro alzó mi mano y besó su torso. —Te amo tanto, y tengo miedo de perderte, por eso no lo haré. Lo siento.

—Seijuro, por favor...

—No. —sentencia duro y serio. —Y no insistas. ¿De acuerdo?

Ruedo los ojos pero hago caso, después volvería a insistir cuando pasara un poco la molestia. Seijuro sonríe complacido, se recuesta sobre el sillón y con mis piernas como almohada, toma mi mano y la coloca en su cabello. —Acariciame... —pide. No puedo negarme a esa petición, enredo mis dedos en su cabello, era igual de largo que en Teiko.

—¿Cuándo te cortarás el cabello? Está demasiado largo. —me burlo.

—¿Te gustaría cortarlo tú? Eso me brindaría paz interior... —admite con su sonrisa bonita.

—Lo haré yo entonces... —acepto.

Después de unos minutos planeando todo, Seijuro me llevó a su habitación para poder cortarle el cabello. Metí una silla en el baño justo frente del espejo y lo hice sentarse ahí, luego de una bata encima, saqué las tijeras.

—¿Qué tanto lo quieres corto?

—Lo que te parezca bien, sólo ten cuidado. —me pide tímido. Alboroto un poco su cabello luego con unas tijeras en manos, comencé a cortarle el cabello.