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Como Seijuro mencionó, esta semana estuvo ocupado con los partidos. Nunca faltaron los comentarios de los compañeros acerca de la Generación del Milagro. Siempre emocionados porque la escuela Teiko nunca perdía.

Viernes por la tarde. Esperaba a Seijuro afuera del gimnasio, no quería entrar y hacer algo indebido o molestarlo por lo que lo esperé afuera como muchas otras veces. El pelirrojo al salir me vio y se acercó a paso tranquilo.

—Naomi. —me nombra. —Hoy no puedo llevarte a tu casa ni a la mía, tengo una cena importante con unos empresarios así que estaré ocupado. —avisa. Asiento repetidamente.

—¿Qué tal mañana? —mi voz sale ronca. Una sensación de disgusto se instaló en mi pecho, por alguna razón desconocida no me gustaba tenerlo muy lejos de mí.

—La cena será en Kyoto, estaré todo el fin de semana ahí. —explica. —De paso iré a Rakuzan a dar una vuelta para ver el Instituto.

Agacho la mirada.

—Está bien.

—Te mandaré mensaje y todo. —se acerca y me roba un beso que no dura mucho. —Debo irme, te veré el lunes.

—Te extrañaré. —asiento. Él sonríe con arrogancia.

—Hasta luego. —y se va. Tener que ver su espalda alejarse solo lograba que me dieran ganas de llorar.

¿Por qué? La respuesta era obvia.

Es lo único que me queda.

Froto mis brazos con suavidad mientras lo veo irse, comenzaba a hacer frío y el simple suéter no ayudaba.

—¿Nijimura-cchi?—Kise Ryota salía del gimnasio con la mochila en el hombro.

—Hola Kise. —saludo. Mi sonrisa sale apagada.

—Hace mucho que no nos vemos. ¿Cómo has estado? —Kise se detiene frente a mí. Sonrío con más sinceridad al ver que ese chico había crecido mucho.

—Bien. ¿Cómo es que creciste tanto en unos meses?

—Tengo una alimentación saludable y hago mucho ejercicio. —sonríe orgulloso. —¿Cómo es que tú estés tan pequeña?

—Mi alimentación se basa en comida chatarra mientras veo películas. —trato de bromear. Kise se ríe entre dientes.

—Me alegró verte, Nijimura-cchi.

De repente Midorima salió del gimnasio también, al vernos se detuvo. No pude evitar temblar ligeramente con su presencia, hace mucho que no hablo con Shintaro.

—Nijimura. —acomoda sus lentes.

—Naomi, por favor. —le pido. —¿Cómo has estado, Shintaro?

Le veo suspirar.

—Bien, nanodayo.

—Oigan... Debo irme. Los veo el lunes ¿Sí? —pregunta Kise. Ambos asentimos.

—Hasta luego. —digo yo. Kise pasa a mi lado y revuelve mi cabello.

—Adiós Midorima-cchi.

—Hmp... —acomoda sus lentes. Le miro atentamente.

Trago saliva. Akashi no tiene por qué enterarse.

—¿Vamos a comer juntos?

—Me esperan en mi casa para comer. —dice al instante. Hago una mueca de decepción. —Pero puedes venir, nanodayo.

Sonrío de lado, extrañaba convivir con el peli verde.

Midorima no espera mi respuesta, acomoda su mochila y camina. Tengo que adelantarme para alcanzarlo. No supe qué hablar, quería iniciar una conversación pero no tenía ni idea de qué decir.

𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora