29

2.2K 158 115
                                    

Hoy era el día en que VaporalSwords se enfrentaría a Jabberwock, todavía era temprano por lo que ninguno de los dos quería levantarse de la cama aún. Aunque el sol atravesaba las cortinas de la tan ya conocida habitación de Seijuro, ninguno tenía intención de moverse de ahí, todavía no.

—Sei... —murmuro en voz baja con mis ojos cerrados, podía sentir sus caricias en mi rostro y cuerpo.

—¿Hum? —es lo único que dice aún sobre mi cuerpo admirando mi rostro, abro mis ojos encontrándome con los suyos escarlata brillante. Hacía tanto que no dormíamos juntos. No quería romper este momento, pero tenía que tocar el tema.

—Debo volver a Estados Unidos en una semana. —explico el problema, las caricias de Seijuro se detienen un par de segundos procesando lo que le había dicho. —En verdad no quisiera separarme de ti, pero sigo estudiando allá. Shuzo me espera y Josuke también.

—Entiendo. —por fin dice soltando el aliento resignado, recargó su cabeza en mis pechos y movió mi mano para que acariciara su cabello pelirrojo. —Realmente me he vuelto dependiente de ti, tampoco quiero alejarme. Naomi.

—Lo lamento tanto, prometo venir en vacaciones... —insisto, Akashi respira profundo.

—Tal vez yo pueda ir a América, nuestra empresa tiene muchos contactos allá. —propone él abrazando mi cuerpo. —Quiero conocer a tu padre, pediré tu mano como se debe.

Una sonrisa tonta aparece en mi rostro, apenas y el próximo año entraremos a la Universidad, aún así, conocíamos nuestro destino. Si nos casaríamos en un futuro. ¿Por qué no hacerlo de una vez?

—Suerte con eso. —me burlo enredando mis dedos en su cabello. —Toda mi familia quedará realmente sorprendida.

—Tomaré el riesgo.

No puedo evitar reír entre dientes, sujeto su rostro para robarle un beso pequeño y tierno. Podía sentirlo en sus caricias, en sus acciones, es sus gestos. Seijuro éste día estaba siendo demasiado cariñoso y presentía el por qué.

—¿Qué te parece si preparo el desayuno? —digo.

—Seguro los cocineros ya lo hicieron. —se queja él entre mis labios sin querer dejar de besarme.

—Ush... entonces... ¿Nos bañamos juntos? —propongo. Seijuro dejó de besarme al instante, un sonrojo abarcó desde sus mejillas hasta sus orejas.

Era cierto que desde que Seijuro volvió a su personalidad normal no volvimos a tener intimidad, pero creí que lo tomaría más tranquilo, ahora parecía un tomate a punto de colapsar de nervios frente a la chica que le gusta.

—Si no quieres, no tienes que aceptar. —trato de calmarlo un poco. Seijuro traga saliva, pero me mira con determinación.

—S-sí quiero.

Ah, no sé qué tiene éste Seijuro tímido que me lo quiero comer a besos.

—Bien, es hora de levantarnos. Hoy tienes un partido y debes llegar temprano. —tomo su mano y lo guío al baño dentro de su habitación. Su baño era demasiado espacioso, incluso más grande que mi habitación normal. Seijuro cerró la puerta detrás de sí mismo y se quedó de pie sin saber cómo actuar mientras yo fui a sentarme en la esquina de la tina y abrí el grifo para llenarla. —Ve quitándote la ropa.

—¿Por qué sólo yo? —se queja avergonzado mientras se sube la polera blanca de pijama y se la quita de encima, casi me quedo mirándole embobada. Desde hacía mucho tiempo que no lo veía así. Seijuro duda un poco al bajar sus pantalones pero al final lo hace, quedando en boxer.

𝙾𝚗𝚕𝚢 𝙱𝚎 𝙿𝚎𝚛𝚏𝚎𝚌𝚝 |𝐴𝑘𝑎𝑠ℎ𝑖 𝑆𝑒𝑖𝑗𝑢𝑟𝑜|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora