<<×Capítulo 19: Admítelo×>>

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*NARRA JEONGHAN*

Abro los ojos pesadamente. Una luz blanca tirando a azul me despierta. No era mi casa.

Me encontraba en una cama que parecía que estuviese flotando, era muy cómoda. Pero no era la mía.

¿Dónde estoy?

—Hannie, ¿ya te has despertado? —miro a mi derecha y en la puerta se encontraba Joshua con un juego de té en una bandeja.

—Sí... ¿Esta es tu casa, no?

—Sí sí, tranquilo —me dedica una sonrisa dulce.

—¿Por qué estoy aquí...?

—Oh, te desmayaste en medio de la carretera y llegué a tiempo de ayudarte.

—¿Cómo...?

^×FLASHBACK: NARRA JOSHUA×^

JeongHan estaba siempre en mis pensamientos. Qué novedad contarlo, pero es la verdad. Él... Es él.

Hoy fui a la cafetería solo para verle, sé que hoy no tenía nada que hacer igual que yo y quería hablar con él o algo así.

Llegué a la cafetería y vi que Han no se encontraba ahí. El problema era que ya había pedido un té árabe, y tendría que tomarlo. Bastante gente me miraba, algunos eran vecinos que se extrañaban de verme y otros... Desconocidos. El sonido de un nuevo cliente sonaba cada 2 segundos y empezaba a agobiarme. Sin pretender distanciarme del mundo me pongo los cascos que colgaban por mí cuello y dejo mi lista aleatoria hacer lo suyo. Es entonces cuando no me doy cuenta de lo que pasa, ni como tenía el té en la mesa.

Tomándolo tranquilamente mientras sonaba una canción de piano siento que algo me da en la espalda. ¿Quién sería? Ante la curiosidad me volteé y vi aquello que tanto quería.

JeongHan estaba detrás mío y me miró extrañado, hasta así es demasiado tierno. No pude ocultar una pequeña sonrisa antes de volver a mi sitio mientras mi cabeza se llenó de mil millones de pensamientos, todos de él.

Cuando acabó la canción donde seguía en mi trance, pude ver su silueta alejarse de la cafetería. Me acabé el té sin dificultad, qué bueno estaba... Y habiendo pagado salí dejando distancia entre nosotros. La lista me llevó a una canción de ritmo lento y letra muy triste y reflexiva. Tuve que pararme de repente porque se me cayó algo.

Cuando levanté y seguí caminando vi que quien tenía delante, JeongHan, ahora estaba petrificado, en estado de shock. Dirigí mi mirada adonde tenía la suya y comprendí su espanto. Su gata, la habían matado unos salvajes.

Sin avisar su cuerpo cayó al suelo. Se desmayó. Yo no me quedé atrás y le ayudé, no respondía y parecía dolido, así que lo llevé a mi casa.

*ACTUALIDAD*

—Eso es lo que te pasó —terminé de contarle, obviamente sin los detalles de que le estaba "siguiendo".

—No hacía falta que te preocuparas por mí... —parecía algo nervioso con la idea de estar conmigo, me extrañaría que fuera por algo de su mascota, o a lo mejor era mi imaginación. Bueno, la última vez de la película... Casi le besé, y eso debió confundirle.

¿Cómo puedo escribir la realidad? - ∆ j ι н a n ∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora