Tenías Que Ser Tú

capítulo 41:locación.

-que tierno, ¿planeas darle esperanzas?-Shion sonreía vilmente, luego de cortar el teléfono, lo dejó en una mesa cercana y mantuvo su mirada en Hinata-¿Sabes que lo harás sufrir mucho más si le dices el nombre de la niña y además "será" más bien "hubiese sido", ya que nunca verá la luz del día-.

Hinata reprimió cualquier tipo de ofensa hacía su prima, para evitar el maltrato seguro luego de ello. Le dolía el rostro, los brazos, las piernas, el vientre, sentía una punzada cada cierto tiempo, tal vez producto del estrés que estaba experimentando.

Su único pensamiento era el de su prometido, quién sonaba muy preocupado por teléfono. Se sentía culpable por hacerlo sufrir, por haber sido tan tonta, tan ingenua. Se reclamaba a sí misma el no haber sospechado de su propia prima y el grupo Otsutsuki, que probablemente Toneri también estaría haciendo de las suyas por ahí y tal vez tratando de hacerle algo a Naruto.

Se detuvo ahí, tenía que dejar de pensar y de imaginar, era claro que no podía escapar, no podía hablar ni quejarse, eso la condenaria.

-voy a dormir un poco, llamaré a ese par de idiotas para que te cuide, cuando vuelva tal vez sea la última ver que me mires el rostro-rió un poco y luego se fue, dejando el teléfono a unos cuantos metros de ella-.

Por su cabeza pasaron muchas cosas, muchas, pero ninguna tan loca como para tratar de tomar el teléfono e intentar llamar a alguien.

Pronto de seguro llegarían los matones de Shion y si quería hacer algo debía hacerlo ahora.

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Naruto estaba esperando a que el idiota de Toneri abriera la maldita casa de Shion, la cual era bastante común, parecía de buena condición económica.

Estaba con el ceño fruncido,  moviendo los dedos ansioso, apoyado en una pared observando detenidamente como el albino pasaba las llaves del llavero de manera ruidosa y torpe.

-es para hoy'ttebayo-le dijo con un tono irritado-

-perdona oxigenado, hace mucho que no entro en esta casa con llave propia-dijo revolviendo las llaves-

-soy rubio natural estúpido-dijo molesto el rubio, luego rápidamente cambió su expresión al ver que el Otsutsuki había insertado una llave decisiva en el cerrojo-

-¿vas a entrar?-le dijo el alvino con signos de superioridad-

-cállate ya-.

Naruto caminó detrás del hombre, miraba con detalle la casa, era bastante oscura, desordenada y sucia, como si no hubiera estado ahí en mucho tiempo.

Toneri trató de entrar en una habitación cerca de la escalera al segundo piso. Al ver que estaba cerrada miró a Naruto un poco vacilante.

-¿ahora qué?-le preguntó algo irritado el rubio, mientras Toneri miraba hacía los lado como si estuviera buscando algo-

-necesito que busques la llave, no recuerdo donde la puso, tiene dos, una debe tenerla ella y otra debe estar aquí-.

El rubio miró hacía donde podía ir. Pensó que algo más privado eran las habitaciones de arriba, asi que se encaminó hacía arriba, mientras Toneri miraba en la planta baja.

Encontró cuatro puertas, una debía ser el baño y las otras tres debían ser la habitación de la rubia y las otras tendría que averiguar.