Tenías Que Ser Tú

capítulo 42:detenido

Sus cabellos rubios se movían por el viento que entraba por la ventana del auto. A pesar de ser tan pequeño sentía el estómago revuelto, estaba nervioso y preocupado. Hace ya un tiempo su padre lo había dejado con su tía y su madre había desaparecido de su lado antes de eso, lo que lo dejaba aterrado e intranquilo.

En el auto iban, a parte de Boruto, Hanabi y Konohamaru, quiénes iban en los asiento del frente. El castaño conducía y la Hyuga estaba realmente tensa con la situación.

-¿A dónde vamos tía?-le preguntó con su voz algo ronca y triste-

-vamos a casa, debo buscar ropa para ti y también revisar si Naruto dejó algo por hacer ahí-

-Hanabi-chan, no creo que...-

-debo cuidar de él, lo sabes-le interrumpió-

-claro que lo sé, pero tranquila, Naruto se encargará de todo-le sujetó la mano haciéndole una caricia con el pulgar-.

Boruto miraba por la ventana el cielo nocturno.

Mami.

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La respiración entrecortada de Hinata se escuchaba por todos los rincones del lugar, los matones de Shion la habían encontrado a Hinata con el teléfono en la mano, por lo cual las consecuencias serían bastante grandes.

-¿Qué hacías putita?-

Le quitaron el teléfono y lo lanzaron lejos, uno de los sujetos la sujetó del cuello y jaló su cabello. Logrando que Hinata ahogara un quejido.

Sabía que esto pasaría, sabía que corría un riesgo increíble al tratar de usar el teléfono, si quiera tenerlo en la mano sería terrible. Pero ya no sabe si eso importa, el anhelo de pedir ayuda, de escuchar una voz familiar, afuera de éstas personas.

-vamos a ver, ahora si que acabaste contigo misma linda...

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Al momento en que Naruto al fin había llegado a las bodegas abandonadas de los Otsutsuki, las cuales la familia anteriormente usaban para dejar sus productos y un montón de datos y papeleo que podía servir a futuro, como pronto la familia cambiara de líder las bodegas no se utilizan mucho hasta nuevo aviso.

Naruto estaba nervioso, preocupado y siendo muy impulsivo, a este paso no le importaba mucho lo que podría pasarle. Llevaba consigo su arma, su teléfono en silencio y unas mentas.

El rubio notó las luces prendidas y un par de autos estacionados afuera a muy bajo perfil, lo que lo hacía confirmar que Hinata estaba adentro, estaba casi 100% seguro de que ella estaba ahí.

Su bolsillo empezó a vibrar, en ese preciso instante saltó del susto. El nombre de "Gaara" se vio en la pantalla la cual brillaba demasiado para lo oscuro que estaba. Apretó el botón para responder y se colocó el celular en la oreja.

-¿si?-

-Naruto, te dije que no hicieras nada- la voz de Gaara sonaba molesta pero lo bastante pacífica para responderle tranquilo-

-si tengo la ubicación de mi prometida ¿tú crees que no iré a buscarla?-sonó algo irónico-

-no si sabes lo que arriesgas. Naruto, estás actuando como un niño, no voy a a autorizar tu entrada a ese lugar-

-nunca te pedí permiso, voy a entrar y a sacar a Hinata de ese lugar y luego...-

-luego vas a la cárcel, te lo estoy advirtiendo Naruto, si entras ahí, no será como un oficial, será como un civil y un arma-