O1 | Mentirosa.

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—¡Cuidado!—gritó la superheroína favorita de París; segundos antes de empujar a Alya, su mejor amiga, fuera del alcance de un automóvil que se dirigía hacia ella en un impacto seguro—Te dije que huyeras de aquí, es muy peligro-.

—Peligroso, lo sé, lo sé—interrumpió la morena—. Simplemente creo que no sería tan peligroso si me dejaras ayudarte.

Ladybug respiro hondo antes de volver a dirigirle la palabra a su amiga, no podía negarlo, últimamente habían más akumas de lo habitual, algo de ayuda no le vendría mal, más bien, todo lo contrario, lo necesitaba. Lo medito unas milésimas de segundos antes de negar para sí misma con la cabeza al recordar las palabras del maestro Fu; "estás sola en esto."

—Alya, estoy segura de mi decisión—proclamó la azabache, apoyando una mano en el hombro de la pelimarrón en un intento por convencerla de que podía controlar la situación—, por favor, ve a tu casa y ponte a salvo.

Se notaba un claro gesto de decepción en la morena ante el comentario de la heroína, sin embargo, al final se resigno a sus órdenes y se retiró, tal como ella se lo pidió; no sin antes sonreírle y decirle que si cambiaba de opinión, sabía donde encontrarla. Ladybug simplemente se tranquilizo cuando la miró irse y se reconforto al ver que no estaba enojada con ella, de cierta forma, pasaba más tiempo con su mejor amiga siendo Ladybug que Marinette, y eso, para ella, era decir mucho. La extrañaba.

My Lady, si ya terminaste con tu charla de chicas, tenemos una situación aquí—Por otra parte, nuestro aclamado superhéroe se encontraba en una situación algo delicada, ya que este, tuvo que distraer al villano de turno para que deje en paz unos segundos a la azabache mientras confrontaba a su amiga.

—¡Resiste unos segundos Chat Noir!—exclamó la heroína antes de columpiarse con su famoso yo-yó para alcanzar a su compañero.

El villano de turno era "le Millionnaire", un mesero que fue víctima de los malos tratos de un comensal en uno de los restaurantes más caros y exclusivos de París. Su poder era convertir en sus sirvientes personales a todo aquel que le dé una moneda, y como nuestros superhéroes llegaron algo tarde a la batalla, para mala suerte de ellos, le Millionnaire no desperdició el tiempo y ya tenía a mitad de París como su ejército personal, incluyendo al comensal culpable de su ira; así que tenían a miles de parisinos pisándoles los talones.

—Oh, mon chéri, ¿lista para ver cómo revelo la identidad de tu amado gatito?—El supervillano se estaba acercando peligrosamente a Chat Noir con el fin de quitarle su anillo, aprovechando que él superhéroe no podía moverse debido a que sus sirvientes lo habían atrapado y sujetado.

—Eso ya lo veremos Millionnaire—exclamó Ladybug, antes de utilizar su yo-yó para de un movimiento, jalar a Chat Noir fuera del alcance del villano, atrayéndolo hacia ella.

—Puedes intentar huir Ladybug, pero mis sirvientes te encontrarán—amenazó le Millionnaire, ordenando a los parisinos bajo su dominio capturar a la pareja de superhéroes.

Ambos héroes no duraron en buscar un escondite al observar la gran horda de parisinos que les perseguían; Por fortuna, lograron que los pierdan de vista unos momentos, tiempo suficiente para que Chat Noir y su Lady se ocultaran en lo que parecía ser una casa de espejos, que seguramente formaría parte del famoso circo anual, que arribaba siempre en vacaciones; esperando no ser descubiertos.

—¿Por qué no dejaste a Alya ayudarnos?—preguntó el rubio, rompiendo el silencio y recuperando el aliento.

Ladybug rodó los ojos y meditó unos segundos antes de dar su respuesta, odiaba mucho este tipo de situaciones, odiaba mentir, sí, pero más odiaba mentir por un motivo que ni ella misma entendía—Porque no es necesario, somos capaces de hacer esto solos—contestó, evitando la mirada de reproche del contrario, el cual no parecía muy satisfecho con aquella explicación.

Only You | ML | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora